Pedro Sánchez emplaza a los catalanes a votar la reforma de la Constitución
El líder del PSOE defiende las tesis del Círculo de Economía, rechaza el "frente" de Mas y apuesta por un blindaje de las especificidades catalanas
Su primera vez. Y, aunque con un cierto escepticismo, el empresariado catalán ha aprobado su proyecto político. Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, ha defendido en Sitges, en las jornadas del Círculo de Economía, un proyecto transformador de la economía española, que pasa también por una reforma de la Constitución que resuelva el problema catalán.
Con un discurso nada pasional, y en eso Sánchez no ha alcanzado el carisma que transmiten los dirigentes de los partidos emergentes, como Pablo Iglesias o Albert Rivera –que triunfó este jueves en Sitges– el líder socialista ha insistido en un proyecto que garantice el estado de bienestar, desde el control del gasto público.
Con un lenguaje economicista, pero insistiendo en que se deben aprender las lecciones que se extraen de los resultados de las elecciones autonómicas y locales del pasado domingo, Sánchez ha criticado a Mariano Rajoy, por su «resignación», por una reforma fiscal, que «ha supuesto una transferencia de rentas de las clases medias a las altas», y que deja un potencial para abordar una reforma fiscal más ambiciosa que «dé respuesta a la reclamación de una mayor distribución de la renta».
Reforma constitucional
Pero en Sitges, y con las aguas muy agitadas por el debate soberanista, y tras el ascenso de Esquerra Republicana y de la CUP en las elecciones municipales –Oriol Junqueras participará este sábado por primera vez en Sitges– Sánchez ha defendido una reforma de la Constitución que aborde el problema catalán.
El líder socialista ha emplazado a los catalanes a «votar dos veces». La primera, en una votación sobre la reforma de la Constitución, que el PSOE se compromete a abordar si gana las elecciones generales y si tiene capacidad de influir. La segunda, «un estatuto reformado a partir de esa nueva Constitución».
Proyecto ‘frentista’ de Mas
Con esa apuesta, Sánchez se pone al lado del propio Círculo de Economía, que propone esa misma reforma de la Constitución, incluyendo un blindaje de las especificidades de Cataluña, en lengua y cultura. El secretario general del PSOE lo ha defendido, así como el impulso de un nuevo modelo de financiación autonómica, que resuelva también la contribución –o mejor dicho, la poca contribución– de las comunidades forales, como el País Vasco y Navarra.
Cualquier otra posición, según Sánchez, no conduce a nada. Por ello, ha reclamado a Artur Mas que deje de lado su proyecto «frentista», y que los catalanes en su conjunto se impliquen en una transformación del conjunto de España.
Cuál es la fuerza real del PSOE
El problema con Sánchez, como ha querido reflejar el propio presidente del Círculo de Economía, Antón Costas, es saber con qué fuerzas cuenta. Con qué ejército para llevar a cabo un proyecto que los socialistas repiten desde hace años, auspiciado por el PSC, que se encuentra diezmado. Costas, recogiendo la inquietud del empresariado, bien intencionado con las tesis de Sánchez, pero tremendamente escéptico, le ha preguntado directamente si existe «unión» en el PSOE.
Y Sánchez ha dejado algunas dudas, al señalar que «los políticos necesitamos agitar el debate democrático», dejando claro que se escucharán voces, que habrá posiciones distintas, aunque también ha mostrado su disposición de llegar a «consensos», también dentro de su propio partido, que sigue viviendo un cierto estrés. El PSOE debe ahora tomar decisiones importantes, tras los resultados del 24M. Puede recuperar poder, en distintas comunidades y ayuntamientos, si alcanza acuerdos con Podemos. Pero algunas voces, como la menos todopoderosa Susana Díaz –ya no es la gran referencia socialista- han dejado claro que esos pactos pueden ser pan para hoy y hambre para mañana.
Tercera vía posible
Sánchez agrada al mundo económico cuando señala sus propuestas económicas, que se sustentan en la socialdemocracia clásica, pero no convence, porque no se sabe si él está realmente convencido de lo que puede llevar a cabo. Y, tras el 24M, toda la política española y catalana se ha convertido en pasión, en agitación y movimiento. En todo caso, el PSOE y el Círculo de Economía van de la mano al señalar una tercera vía posibilista.