Pablo Iglesias se queda con todo el poder en Podemos
El pulso con Errejón en Madrid acaba con la destitución de Sergio Pascual, el número tres del partido, y con la protección del líder regional Luis Alegre
Podemos no tiene secretario de organización. Ha sido fuminado. El líder del partido, Pablo Iglesias, ha decidido prescindir de Sergio Pascual, el número tres del partido, al entender que ha gestionado de «forma deficiente» la crisis en Madrid, que ha provocado la dimisión de diez cargos del consejo ciudadano. Esos dirigentes locales, cercanos a Iñigo Errejón, mostraron su rechazo en contra de Luis Alegre, el líder regional en Madrid. Lejos de cumplir su objetivo, la reacción de Iglesias ha sido fulminante. Alegre sigue, y quien se va es Sergio Pascual por no contener esa crisis.
Los dirigentes de Podemos tienen una experiencia política ligada, en muchos casos, a Izquierda Unida, y al Partido Comunista. Y, aunque se han organizado oficialmente a través de los círculos ciudadanos, impera una lógica vertical.
Iglesias no quiere disputas internas en un momento en el que negocia la investidura del presidente del Gobierno, y cuando ha vuelto a contactar con Pedro Sánchez para buscar un posible acuerdo.
Las críticas se mantienen
Ahora Iglesias, y su núcleo de confianza, asumirán la secretaría de organización, hasta que se nombre al sucesor de Pascual. A través de una carta enviada a los militantes, Pablo Iglesias justificó la decisión para que no haya «corrientes ni facciones que compitan por el control de los aparatos y los recursos».
Las críticas, sin embargo, no se han hecho esperar. En su cuenta de twitter, Emilio Delgado, el ex número tres de la dirección de Madrid, uno de los diez cargos que dimitieron, ha expresado su malestar. «Lo que parece evidente a estas alturas es que tenemos una idea de la responsabilidad, de la belleza –en alusión a la carta de Iglesias en la que habla de la belleza– y de los cuidados bien distinta».
Y prosigue ofreciendo todo su apoyo a Sergio Pascual. «Todo mi apoyo y gratitud por un trabajo descomunal, muy triste que pagues tú por la irresponsabilidad de otros», en alusión a Luis Alegre, que sigue, bajo el manto de Iglesias.