Mas prepara el partido del ‘sí’ para adelantar las elecciones
Desoye la oferta del PSC y sólo seguiría gobernando hasta 2016 si no recibe el apoyo del amplio movimiento soberanista
Las relaciones entre el President Artur Mas y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, son buenas. Los dirigentes de Convergència aplaudieron cuando Iceta fue elegido como máximo dirigente de los socialistas. Pero la situación política ya no permite una posible colaboración para lo que queda de legislatura, a pesar del ofrecimiento del PSC. Artur Mas ya prepara, según las fuentes nacionalistas consultadas, un partido del ‘sí’, en el que le gustaría que estuviera Esquerra Republicana. Pero si los republicanos no se suman, su intención es seguir adelante.
Tras su semana grande, Mas se siente fuerte. Dirigentes nacionalistas aseguran, sin embargo, que la decisión del President, muy animado por los resultados del 9N, obedece también a una convicción personal: el proceso que inició con las elecciones de 2012 debe poder cerrarse. Si Mas decide seguir gobernando, una posibilidad que no puede descartarse, la presión del movimiento independentista se mantendría hasta el final, y el líder de CiU no quiere aguantar ese nuevo desgaste personal.
Altos riesgos
Esa decisión tiene muchos riesgos. Pero Mas está dispuesto a intentarlo. La presión sobre Esquerra será intensa. Los republicanos siguen considerando que ante unas elecciones de carácter plebiscitario es mejor acudir por separado. El President, tiene, sin embargo, la baza del amplio movimiento soberanista, con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, entidades plurales, pero que han abrazado la causa de Mas, y que lloran de alegría –de forma literal– por haber podido votar el 9N.
El peligro es que en unas elecciones autonómicas, con carácter plebiscitario, entre un partido del ‘sí’, encabezado por Mas, con personalidades cercanas a Esquerra, y ex socialistas, también se movilizarán los partidarios del ‘no’.
Movilización del ‘no’
Expertos consultados aseguran que la supuesta victoria del bloque independentista no se puede dar por hecha. Es más, ese bloque podría ser derrotado ampliamente. Mas, sin embargo, que es consciente de que eso puede ocurrir, según fuentes nacionalistas, quiere correr el riesgo.
El partido del ‘sí’ se ha comenzado a prefigurar. Mas explicará su nueva hoja de ruta el 25 de noviembre, en una conferencia en el Auditori Fòrum de Barcelona, con el título “Tiempos de decidir, tiempos de sumar”. El objetivo es reunir a unas 2.000 personas representativas de la sociedad civil. En ese momento comenzará la cuenta atrás para las elecciones.
¿Y los presupuestos?
Ahora bien, quien acuda ese día no necesariamente compartirá el objetivo de Mas. El Govern es persuasivo en esas cosas. Ocurrió el pasado miércoles en el Hotel Princesa Sofía, en otra conferencia de Mas. La sociedad civil, ampliamente representada, ovacionó al President, al inicio del acto y al final.
Algunos mostraron su incomodidad, y es que el despliegue de cargos, diputados, y miembros de Convergència era tal que se sintieron intimidados.
Pero, ¿y los presupuestos de 2015? Mas quiere aprobarlos, y para ello ha tejido una estrategia envolvente. Sabe que el PSC vincula su apoyo a un acuerdo para lo que queda de legislatura. Pero el Govern asegura que «los grupos deberán explicar muy bien por qué los rechazan». Y es que Mas quiere incluir, aunque no cuadren las cuentas, la recuperación de la paga extra de los funcionarios.
¿Demasiada astucia?