La única salida de Artur Mas
El President puede lograr una candidatura del ‘sí a la consulta’ que le garantice el éxito en unas elecciones anticipadas al Parlament tras unas generales
A pocas semanas de que la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural comiencen ya a ensayar las movilizaciones de la Diada del 11 de septiembre, y a muy pocos días de la entrevista en la Moncloa entre el Presidente Mariano Rajoy y el President Artur Mas, el diagnóstico sobre lo que puede suceder incorpora grandes dosis de incertidumbre, pero se dibuja a medio plazo un horizonte que comparten diversos dirigentes de CiU y también las fuentes consultadas del PP.
Se trata de la única salida que tendrá Artur Mas, y que cuenta con algunas posibilidades de éxito.
El análisis es compartido, aunque, claro, siempre hay situaciones imprevisibles. Hay una cuestión de la que no se duda: la entrevista entre Rajoy y Mas no servirá de nada. Únicamente para reforzar los propios guiones de los dos mandatarios.
Tras el verano, el President Mas firmará el decreto de la consulta soberanista del 9 de noviembre, una vez se apruebe la ley de consultas catalana en el Parlament. Y eso puede ocurrir sobre la primera semana de octubre. De forma inmediata el Gobierno español presentará un recurso a la ley y a la convocatoria, y el Tribunal Constitucional suspenderá cautelarmente la consulta.
Movilizaciones sociales
Los dirigentes de CiU consultados admiten que Mas deberá, entonces, retirar la consulta, porque se comprometió a no celebrar un referéndum sin una cobertura legal. Y ya no la tendrá, a menos que se quisiera sacar unas urnas a la calle, sin ninguna posibilidad de lograr una cierta legitimidad.
En ese caso, se puede producir la primera situación imprevisible. “Las movilizaciones sociales pueden ser importantes, y habrá que ver qué sucede”, se explica. Pero las últimas manifestaciones públicas de las dos responsables de las entidades sociales más importantes en el campo soberanista, Carme Forcadell, y Muriel Casals –aunque puedan llegar tarde– indican que la ANC y Òmnium Cultural respetarán lo que defienda el President Mas.
El otro flanco importante es Esquerra Republicana. A pesar de las gesticulaciones que puedan protagonizar, Esquerra aceptará la posición de Mas. De hecho, los republicanos mantienen un acuerdo tácito con CiU para pasar de pantalla y analizar otro escenario: el de las elecciones anticipadas cuando llegue la mejor ocasión para convocarlas.
La oferta retórica de Rajoy
El Gobierno español, como ya lo va dando a entender el Presidente Rajoy, quiere negociar sobre otras cuestiones, como el modelo de financiación. Y esas ofertas podrían llegar en noviembre, cuando Mas haya retirado la consulta, tras el recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional. Pero Rajoy estará atado de pies y manos. Su oferta, la que espera la clase empresarial catalana, llegará, pero tendrá un carácter retórico. El PP se juega mucho en las elecciones municipales de 2015, que estarán a la vuelta de la esquina y no podrá concretar nada. Además, aunque la elite empresarial catalana siga sin verlo, lo que está en juego es un referéndum de autodeterminación, no unas mejoras concretas sobre el autogobierno.
Los alcaldes convergentes, de los nervios
Queda la incógnita de cómo quedará Convergència Democràtica, ante unas elecciones, las municipales, que serán determinantes para un posible cambio en el equilibrio de poder en Catalunya. Los alcaldes convergentes quieren diferir las elecciones municipales lo máximo posible del proceso soberanista, pero eso es imposible. Y Esquerra avanzará en todo el territorio catalán a costa de CiU. Por ello, los alcaldes convergentes lo tendrán complicado para explicar, ante los suyos, por qué no se ha podido convocar el referéndum.
Este esquema es muy similar al que está analizando el PP, el de Catalunya y la dirección nacional en Madrid. Con una diferencia clara, y es que el Gobierno español considera que la pieza que debe sacrificarse es Mas. No se ve ninguna salida que no pase por la retirada del President, con la esperanza de que en CiU se produzca algún relevo, en el que toma cuerpo la figura del conseller de Justicia, Germà Gordó, bien conectado en Madrid, que utiliza los contactos de su mujer, la jueza Roser Bach, –vocal en el Consejo General del Poder Judicial– para tomar el pulso a los poderes del Estado.
Mas, todavía no hundido
En CiU las cosas no están todavía en ese nivel. El President Mas será el candidato a las elecciones al Parlament, cuando toquen. Otra situación será el día después, en función de los resultados.
Mas, se asegura, tendrá una oportunidad. Y es la de trabajar una candidatura, no necesariamente conjunta, de partidos políticos que apuesten por un proyecto soberanista, que pase por la petición de un referéndum. Tendrá a su lado a ERC, a la CUP, a personalidades socialistas ya no encuadrados en el PSC, y ya se verá si también a ICV. Si esa candidatura logra una mayoría absoluta en el Parlament, que supere de forma amplia los 70 o 75 diputados, Mas puede tener una posibilidad de éxito.
¿Cuándo? Siempre que Mas y Oriol Junqueras sepan esperar y ver cuál es el mejor momento. Si Mas logra aguantar, y casi agotar la legislatura, teniendo en cuenta que las elecciones generales serán –si Rajoy no las avanza, y eso es poco probable pese a algunas informaciones en ese sentido– en noviembre de 2015, podría negociar con el nuevo gobierno que surja del Congreso.
Y, si el PP y el PSOE no lo remedian en los próximos meses, con medidas de regeneración democrática que les haga recuperar posiciones, ese Congreso estará muy fragmentado, la mejor situación para el President Mas.
Tiene una posibilidad de éxito. Su única salida.