La Asamblea Nacional Catalana (ANC), ¿influye, presiona o manda?
Dirigentes de CiU admiten que todo el proceso soberanista depende en gran medida de cómo actúe en cada momento el colectivo
El President Artur Mas en una entrevista en el último número de la Revista VIA, de la Fundación Jordi Pujol: “La movilización muy a fondo de la sociedad civil es la traducción plástica de que aquí hay una mayoría muy grande de gente que tiene un objetivo y que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para conseguirlo, dentro, obviamente, de los esquemas democráticos y pacíficos”.
Mas asegura en esa misma entrevista, que el proceso soberanista debe contar con dos patas, la institucional, que él representa como presidente catalán, y la civil, y que el liderazgo está en los dos flancos. “Es absurdo preguntarse dónde está el liderazgo porque está en los dos ámbitos. Debe estar en los dos ámbitos, y sería malo si sólo estuviera en uno de éstos dos”.
Perfecto. ¿Peró están equilibrados en estos momentos esos dos ámbitos?
La sociedad civil camina sola
La Asamblea Nacional Catalana, (ANC), engloba a esa sociedad civil, capitaneada por Carme Forcadell, ex concejal de Esquerra Republicana, y militante del partido. Es una asociación transversal, de personas muy diversas, con especial incidencia en la Catalunya interior, pero presente también en las ciudades medias catalanas y en Barcelona. La ANC cuenta, sin embargo, con el apoyo de ERC y CiU.
Los partidos políticos siguen siendo imprescindibles para liderar proyectos colectivos, pero la ANC puede caminar sola, y ha comenzado a provocar incertidumbre en las fuerzas políticas catalanas, y aversión en medios políticos y comunicativos del resto de España y de Catalunya.
TV3, Catalunya Ràdio y Rac1 arropan a Forcadell
¿Por qué? La filtración del ex director de La Vanguardia, José Antich, de que la ANC podría ser ilegalizada, por tratar de protagonizar una especie de golpe de estado con sus movilizaciones en la calle a favor de la independencia de Catalunya, ha logrado que el colectivo se fortalezca aún más.
Las redes sociales han sido el escenario en las últimas 48 horas de un gran apoyo de diferentes colectivos y personalidades ligadas al independentismo. Los medios públicos de la Generalitat han arropado a Carme Forcadell, con entrevistas inmediatas en TV3 y Catalunya Ràdio, además de en Rac1, la emisora del Grupo Godó. Todos quieren proteger a Forcadell.
La ANC ha provocado también un editorial del diario El País, con un duro título Un golpe de mano, en el que se reprocha que la asamblea quiera conducir el proceso, con protestas y acciones en la calle. Y ha logrado, incluso, que un columnista de La Vanguardia, Antoni Puigvert, siempre equilibrado, critique sin tapujos a la asamblea, y considere que Artur Mas “está quedando en manos de una organización civil muy potente y respetable, pero que nadie ha votado”.
El proceso, pendiente de la ANC
¿Qué está pasando? La ANC es el movimiento “mejor organizado y más potente de la sociedad civil que existe en estos momentos en Europa”, asegura no un dirigente soberanista, sino un destacado miembro del PSC, que no quiere cerrar los ojos a la fuerza del colectivo. Capaz de organizar la manifestación de la Diada de 2012, y la Via Catalana de 2013, –ésta última de una gran complejidad técnica, uniendo Catalunya de norte a sur a lo largo de 400 kilómetros– la ANC cuenta con 22.000 socios y 17.000 colaboradores, con 510 asambleas locales en todo el territorio.
El problema es que nadie sabe cómo puede reaccionar la ANC ante los pasos que pueda dar el propio presidente de la Generalitat. Un dirigente de Convergència, miembro de la ejecutiva del partido, admite que entre la próxima Diada del 11 de septiembre, y el 9 de noviembre, día fijado para la consulta soberanista que el Gobierno central tratará de impedir, “no se puede saber qué pasará, ni si se puede descartar que haya elecciones anticipadas”.
Mas tiene un plan, pero….
¿Por qué? La ANC reclama que se convoque el referéndum, y que si no se puede hacerlo de ningún modo, que se convoquen elecciones anticipadas. La propia Carme Forcadell aseguró este miércoles en TV3 que si se produce un veto del Gobierno central se debería convocar elecciones “lo antes posible”. Y añadió: “Como pueblo y como país no podemos esperar hasta 2016”.
Pero ese es el objetivo del President Artur Mas, que, consciente de la situación política de CiU, y de la situación económica de Catalunya, cree que unas elecciones no tendrían una gran efectividad. Tampoco lo quiere Esquerra, que sigue dudando, pero que se inclina por avanzar y fijar su atención en las elecciones municipales de 2015, para seguir creciendo en todo el territorio.
Sin embargo, la ANC podría desbaratar todos esos planes.
Internacionalizar el conflicto
El próximo 5 de abril, el colectivo se reúne en asamblea para decidir las siguientes actuaciones, entre ellas la del 11 de septiembre. Se quiere mostrar “al mundo” el proceso independentista catalán, con la idea de internacionalizar el conflicto. Pero hay más fechas.
El 8 de abril el Congreso de los Diputados debatirá la propuesta aprobada en el Parlament para que el Gobierno central traspase a la Generalitat la competencia para convocar un referéndum de autodeterminación. Los votos del PP y del PSOE cerrarán esa vía, pero la ANC podría organizar un acto de protesta. Y el mismo día 9 de noviembre, si no pasa nada, si no hay consulta, el colectivo independentista también podría mostrar toda su fuerza.
Declaración unilateral de independencia
Carme Forcadell aseguró que se ha tergiversado las posibles propuestas que analiza la asamblea, y que el hecho de tomar los aeropuertos o los puertos de Catalunya no es una actuación que se haya previsto. La idea, en cambio, es “contar con las vías de comunicación”, una vez Catalunya hubiera declarado la independencia.
Y, aunque Forcadell rechaza que esa declaración unilateral se deba prever ahora, no la rechaza por completo, aunque “como última opción”, en la misma línea que apuntó Artur Mas.
Existe, por tanto, un desafío. Esa sociedad civil, protegida o apoyada por los partidos, influye, y presiona, pero puede también mandar a partir de ahora.