Felipe González sentencia: “La independencia de Catalunya es imposible”
El ex presidente advierte de que se puede provocar una factura política y social
El PSOE desea iniciar una nueva etapa, tras la convención que prepara en el mes de octubre. El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, desea contar con todos los sectores del partido, y uno de los ex dirigentes que se quiere recuperar es Felipe González. El ex presidente del Gobierno, precisamente, no ha dudado en fijar su posición sobre una de las cuestiones cruciales en estos momentos en la política española: la independencia de Catalunya.
Y no lo ha dudado: “La independencia de Catalunya es imposible y galopar hacia un imposible puede provocar una fractura política y social que cueste 30 o 40 años solucionar”.
González ha tomado una posición clara, en el Foro de la Nueva Comunicación, actuando como presentador del ponente, el presidente del Grupo Prisa, la empresa editora de El País, Juan Luis Cebrián.
Constitución y referéndum
González no ha entrado en más detalles, porque cedía el protagonismo a Cebrián, pero ha ido asintiendo las palabras del presidente de Prisa en las que reclamaba una reforma de la Constitución, y un referéndum posterior, en la próxima legislatura, para rehacer el “destrozo institucional” que ha sufrido España en los últimos años y que debería incorporar un mejor acomodo de Catalunya en el conjunto de España.
En eso está el grupo Prisa, una pata importante del espacio mediático español, y que conecta, directamente, con el posicionamiento político del PSOE.
Cebrían, bajo la atenta mirada de González, ha desgranado el posible escenario. “El presidente del Gobierno debe convocar a las fuerzas políticas en un diálogo en el Parlamento y abordar la reforma de la Constitución en profundidad con la celebración de un referéndum después de las próximas elecciones legislativas”, ha afirmado Cebrián.
Rajoy, que se mueva
La idea es que Catalunya debería atender esa propuesta, y esperar ese calendario, reclamando, sin embargo, al presidente del Gobierno que se mueva con celeridad, y que se quite de la cabeza la posible salida de que una mejora de la economía lo arreglará todo. En esa reforma de la Constitución se debería abordar un modelo de financiación que pueda ser adoptado por Catalunya y un encaje federal.
También se propone un paquete de medidas institucionales, en relación a los partidos políticos, su financiación, y a la ley electoral así como un estatuto de la Corona que recoja todos los posibles supuestos, y evite situaciones como la actual, con el Rey Juan Carlos durante un año prácticamente en “el banquillo”, por sus múltiples problemas de salud.