El Govern elaborará el «libro negro de la recentralización» de Rajoy
Homs asegura está demostrado que Madrid "no quiere dar ni agua" a Cataluña
El Álbum negro es un disco de Prince. Y jugando con el músico, ídolo del protagonista, el novelista Hani Kureishi publicó un enorme libro con el mismo título. El Govern que preside Artur Mas quiere ahora elaborar también un «libro negro», pero sobre la «recentralización» del Ejecutivo de Mariano Rajoy. De nuevo el agravio.
El consejero de Presidència, Francesc Homs, ha asegurado que el Govern «constata» que, tras al debate sobre el estado de la nación en el Congreso, el Gobierno central «no quiere dar ni agua a Cataluña», y que se impone la redacción de todo aquello que está ahogando al conjunto de las autonomías, no sólo a Cataluña.
Vulneración de las competencias
«El libro ayudará a entender y a constatar hasta qué punto las reglas constitucionales y competenciales han saltado por los aires, y al no conformarnos con esta situación, intentaremos que la gente tome conciencia de ello», ha aseverado Homs.
Desde su punto de vista, todo el ordenamiento autonómico ha sido cuestionado. «Es una contribución no sólo a los intereses de Cataluña, sino del conjunto del sistema autonómico que está por los aires, y es que hay una operación para cargarse el título octavo de la Constitución Española, y no hay coraje para decir las cosas con su nombre», ha remachado.
Homs ha admitido que lo calificarán de «victimista», pero ha defendido la operación, porque supone «un problema gordo que afecta a las personas».
Un acicate para cambiar el discurso
El proyecto no es nuevo. El Govern redactó un informe en 2013 fijando las competencias que, a su juicio, vulneraba el Ejecutivo central. Aunque supuso una bronca interna con el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que esgrimió que no le habían informado de la iniciativa, supuso una toma de conciencia que provocó, según Homs, que el PSOE cambiara su discurso, ya apostará por una reforma constitucional para llevar a España a un estado netamente federal.
Pero, por ahora, supone una nueva vuelta de tuerca del choque institucional entre la Generalitat y el Gobierno central, en el inicio de un largo ciclo electoral.