El bloque independentista ya no sabe cómo avanzar
Esquerra paraliza la votación en el Parlament para llevar el derecho a decidir al Congreso
Bloqueo y desorientación. Los partidos independentistas no saben cómo sacar adelante el proceso y la consulta sobre el derecho a decidir. El próximo 4 de diciembre estaba prevista una votación en el Parlament para trasladar el derecho a decidir en el Congreso.
La idea era aprobar una proposición de ley, que tenía un inconveniente claro. La Mesa del Congreso podría colocarla en la cola, y someterla a votación cuando lo decidiera, y podrían pasar meses. La otra opción era aprobar una resolución, que es lo que defiende Esquerra, y que fueran los grupos catalanes en el Congreso los que la elevaran como proposición no de ley en la cámara baja. Ello aceleraría el proceso.
Esa falta de acuerdo ha imposibilitado que se someta a votación en el Parlament, y se alarga la negociación entre los partidos hasta el nuevo pleno del Parlament, que tendrá lugar el 19 y 20 de diciembre. En ese pleno se aprobarán, de forma definitiva, los presupuestos de 2014, y, además, se debería lograr el acuerdo sobre la pregunta y la fecha de la consulta soberanista. Demasiadas cuestiones pendientes.
Estado propio o independencia
Sin embargo, las negociaciones se están complicando en los últimos días. Convergència y Esquerra se enfrentan a un problema serio: el de lograr el apoyo de Unió y de ICV sobre la pregunta. Tanto los democristianos como los ecosocialistas no quieren una pregunta directa sobre la independencia de Catalunya, y prefieren alguna mención a la voluntad de conseguir un estado propio.
Tener un estado propio no equivale a ser un estado independiente, porque también Baviera es un estado, dentro de la federación de Alemania.
Todas esas dudas muestran que el movimiento independentista, a la hora de concretar las cosas, se podría paralizar. Por ello, la Assemblea Nacional Catalana, que preside Carme Forcadell, ha presionado en los últimos días para que se concrete lo antes posible. Y lo mismo ha hecho el presidente de Esquerra, Oriol Amorós.
Duran, sin concesiones
Por ello, Josep Antoni Duran Lleida, que ya no puede expresar con mayor claridad su desapego a todo el proceso, ha insistido en que la pregunta de la consulta no la decide la ANC, “ni los que se manifiestan en las calles”, sino el conjunto de los partidos representados en el Parlament.
El problema para los independentistas es que, a la hora de la verdad, no se ponen de acuerdo. Y el Gobierno central sigue esperando, cada vez con mayor tranquilidad.