De Guindos vende que España crecerá más a pesar de Europa y Rusia
El ministro de Economía asegura que el PIB cerrará este año en el 1,5% y que acelerará al 2% aunque Europa estornude y siga el veto a los productos agrícolas
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha avanzado que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) se acercará al 1,5% este año y al 2% el que viene a pesar del parón económico que se ha producido en la zona del euro y del veto ruso a la importación de productos perecederos, factores que, a su parecer, no comprometen el crecimiento español.
«Las previsiones actuales son el 1,2% y 1,8%. Evidentemente si hay una mejora nos acercaremos al 1,5% y 2%», ha señalado el ministro en una entrevista a Europa Press. No ha precisado las nuevas cifras que se conocerán en septiembre, pero sí ha dicho que la mejora se notará sobre todo en las magnitudes de empleo, puesto que el Gobierno espera que la creación de puestos de trabajo se duplique en 2015.
Fundamentos sólidos
Según De Guindos, la mejora de las variables se puede producir porque, a pesar de que la economía española está muy vinculada a la europea, cuenta ahora con unos fundamentos económicos «muy sólidos» que le permiten hacer frente a la desaceleración de la zona del euro y evitar lo que ocurrió a finales de 2010, cuando la pequeña recuperación «se agotó» por otro parón económico.
«Claro que somos sensibles a lo que ocurre en el resto de Europa, pero lo que ha cambiado esencialmente es que en estos momentos los fundamentos de la economía española son mucho más sólidos y evidentemente podemos hacer frente a una desaceleración en la eurozona con mucha más base y solidez que hace tres años».
Crecimiento pese al estancamiento europeo
De hecho, De Guindos ha recordado que España ha sido uno de los países de Europa que más ha crecido en el primer semestre pese al estancamiento europeo, con cuatro trimestres consecutivos de incrementos que le permiten mejorar actualmente, en términos anualizados, a una velocidad de crucero de entre el 2% y el 2,5%.
Según su opinión, la fragilidad de la zona del euro está vinculada a cuestiones estructurales de la región, por lo que no hay que pensar en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) para solucionarlos, sino en las reformas económicas. A su parecer, la política monetaria puede generar liquidez cuando hay problemas concretos y ayudar a ganar tiempo, «pero no es la cura de los problemas estructurales».
Deuda pública
También ha asegurado que se cumplirá la previsión de deuda de este año (99,5%) a pesar de las dudas de algunos organismos internacionales. Según De Guindos, esta magnitud creció mucho en los primeros meses del año por la aceleración de emisiones, pero este efecto se verá atemperado en los próximos meses porque el Tesoro reducirá las subastas y las dilatará en el tiempo.
«Las cifras plasmadas en el programa de estabilidad son perfectamente factibles», ha dicho, tras asegurar que las exportaciones también mejorarán en la segunda parte del año y que el país acabará 2014 con una capacidad de financiación frente al resto del mundo próxima al 1% y un superávit por cuenta corriente próximo al 0,5%.
Comportamiento de los precios
El ministro ha repasado también la situación de precios en España después de que la inflación cayera tres décimas en julio, y ha reconocido que en los próximos dos o tres meses se mantendrá en negativo.
Confía De Guindos en que el IPC cierre 2014 con un ligero incremento, aunque menor al previsto inicialmente (0,5%). Pese a resaltar la necesidad de que la inflación suba un poco en España y en Europa, ha explicado que un nivel de precios bajos también tiene efectos positivos y que un modelo económico basado en inflación contenida, creación de empleo y moderación de salarios es «mucho más saludable» que el que había antes de la crisis.
Subida de sueldos
Ha reconocido que ya existe cierto margen para que algunas empresas o sectores empiecen a subir los sueldos a sus empleados porque ya han ganado mucha productividad y han mejorado considerablemente sus niveles de eficiencia. «Lógicamente esas empresas podrán subir salarios, pero también hay que tener en consideración que la inflación es muy reducida», ha indicado.
Por último, ha asegurado que el Gobierno no se plantea en estos momentos bajar las cotizaciones sociales a las empresas, tal y como demandan los empresarios, puesto que el Ejecutivo decidió centrar su estrategia en incentivar la nueva contratación indefinida con medidas para los emprendedores como la tarifa plana de cien euros que, a su juicio, «está funcionando muy bien».