Comín consigue unir en su contra a sindicatos y patronal
El titular de la sanidad catalana echa el freno a sus propuestas estrella de reducir las listas de espera, sacar las empresas con ánimo de lucro del sistema y acabar con los negocios privados dentro de los hospitales públicos
El consejero de Salud de la Generalitat, Toni Comín, ha conseguido unir en su contra a los sindicatos de la sanidad pública y a la patronal de la privada: ambos recelan de la normativa que está preparando para regular los supuestos en los que se podrá realizar actividad privada dentro del sistema público.
Desde los sindicatos y la patronal se recuerda que, cuando fue nombrado consejero de Salud en enero pasado, Comín anunció que tenía el firme propósito de «desprivatizar» el llamado Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública (SISCAT). Poco después comunicó que el Hospital General de Cataluña y la Clínica del Vallès, los dos del grupo Quirón, dejarían de trabajar para el sistema público y que quería «garantizar que no se hace negocio privado con la atención sanitaria pública».
Donde dije desprivatización, digo privatización
Desde el departamento de Salud se asegura que Toni Comín continúa con los planes previstos, pese a que ha echado el freno a algunas de sus promesas y, en otras, está dando marcha atrás. Si en enero anunciaba la «desprivatización», seis meses después mantiene que «no queremos prohibir la actividad privada de los operadores públicos porque es una fuente de financiación a la que no podemos renunciar».
Toni Comín reconocía hace unos días que algunos hospitales públicos necesitan desarrollar actividades privadas para «cuadrar sus cuentas». Curiosamente, este es el mismo argumento que esgrime el director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Campistol, para justificar la existencia de Barnaclínic, su brazo privado.
La patronal considera descabellada la propuesta
La Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES), la principal patronal catalana del sector, defiende los convenios del departamento de Salud con los centros privados, pero está totalmente en contra que los hospitales públicos desarrollen negocios privados. Por este motivo mantienen un pleito con Barnaclínic por competencia desleal.
Cristina Contel, presidenta de ACES, advierte que los empresarios, profesiones y trabajadores del sector sanitario privado no se deben «sacrificar» para que la sanidad pública catalana consiga cuadrar sus cuentas.
El ex consejero Boi Ruiz también intentó regular la actividad privada de los centros públicos en la anterior legislatura, pero el parlamento catalán le paró los pies. No se lo permitió. No obstante, su sucesor, Toni Comín, volverá a probar suerte en otoño, cuando presente una nueva normativa. La patronal ACES desconfía de sus intenciones.
CC.OO advierte que no hay nada que regularizar
Los sindicatos tampoco ven la iniciativa de Comín con buenos ojos. En declaraciones a Economía Digital, la portavoz de la federación sanitaria de CC.OO, Maria Àngels Rodríguez, lo tiene así de claro: «En el Instituto Catalán de la Salud (ICS) nunca se realiza actividad privada y, por lo tanto, no hay que regularizar nada». Por lo visto, la nueva normativa de Comín también incluiría al ICS.
Respecto la exclusión de los centros privados con afán de lucro del SISCAT, Rodríguez alberga «dudas» que tire adelante: «a día de hoy, parece que ya dado marcha atrás, ya que sólo se está aplicando en la Clínica del Vallès».
Rodríguez reprocha a Comín otros dos incumplimientos: el plan de choque para aligerar las listas de espera, que «tampoco se está aplicando aunque entiendo que existe la problemática de los presupuestos»; y el cierre de camas hospitalarias en verano. «Parecía que se habría terminado o, cuando menos, reducido considerablemente, tampoco ha sido así». El departamento de Salud ha anunciado el cierre de 1.800 camas hospitalarias durante los meses de julio y agosto, si bien son 500 menos que el verano del año pasado.
En opinión de la portavoz de CC.OO, el consejero Comín lleva a cabo una «política continuista» respecto a su antecesor Boi Ruiz.