Colau pone en jaque el proceso soberanista: abre los brazos a ERC
La ganadora de las elecciones en Barcelona prioriza un pacto con los republicanos, PSC o las CUP para conseguir la investidura y formar nuevo gobierno municipal
Ada Colau puso en un brete a ERC en su primera comparecencia ante los medios tras ganar las elecciones en Barcelona. Nerviosa ante los medios, la líder de BComú manifestó que iniciará sin demora las conversaciones para alcanzar un pacto con las formaciones más próximas a su programa electoral: PSC, las CUP y ERC. Los republicanos deberán escoger si toman la mano de Colau o si mantienen su alianza preeminente con CiU.
Los equilibrios del partido de Oriol Junqueras en la capital catalana son complicados. En el capítulo social estaría próximo a los postulados de BComú, pero mantiene distintas posiciones ante la cuestión soberanista. Colau defendió este domingo la convocatoria de un referéndum en Cataluña, pero no la independencia como sí ocurre en las filas de ERC. La cuestión nacionalista es el verdadero pulso del partido y de aquí que su decisión sea clave.
Preocupación en clave social
Un pacto en la capital catalana entre BComú y ERC relegaría a un segundo plano el debate soberanista, ya que las preocupaciones de Colau están hechas básicamente en clave social. Sería la estocada final a la estrategia que marcó el presidente de la Generalitat, Artur Mas (CiU), y se convertiría en el mayor argumento del líder de CDC para evitar convocar elecciones el 27S.
Para BComú el visto bueno de la formación liderada por Alfred Bosch en el consistorio es necesario para que pueda impulsar sus políticas. Colau ha conseguido 11 de los 41 concejales en juego. Descartó pactos con CiU (la segunda fuerza de la ciudad, con 10 representantes); y el siguiente partido en escaños ya es ERC, con cinco representantes.
Gobierno en coalición o en minoría, todas las opciones sobre la mesa
Con todo, para alcanzar la mayoría necesita también la aprobación (o abstención) del PSC de Jaume Collboni (4 concejales) y las CUP (con tres). BComú incluso dejó la puerta abierta a incluir alguno de estos partidos al gobierno municipal para disponer de mayor «estabilidad», aunque también plantea un Ejecutivo en minoría en solitario con pactos externos puntuales.
Todas las opciones están sobre la mesa. Según Colau, lo importante es que se impulse en el menor tiempo posible para desarrollar el cambio de modelo de ciudad que diseñó la formación.
Encuentros con entidades
Colau incluso se ha marcado un tanto con los más escépticos con su victoria: la misma ronda de contactos incluirá encuentros con agentes sociales con los que BComú está muy vinculada, como la Federación de Vecinos, y otros más alejados como los independentistas de la ANC (que se cuelan en todos los grandes debates en Cataluña) e incluso instituciones económicas como Pimec.
La patronal presidida por Josep González cuenta con mayor aceptación en la plataforma ciudadana en detrimento de Foment del Treball.
Mensaje de tranquilidad al empresariado
Para intentar callar las alarmas que surgieron entre el empresariado de la capital catalana tras su triunfo, Colau cambió de opinión sobre la continuidad del Mobile World Congress en Barcelona. Ahora apoya que se quede en la ciudad, y mandó un mensaje de calma al sector hotelero. Revisará las licencias, pero sólo las de aquellas concesiones que vencen.
En cuanto al equipo de gobierno saliente, la líder de BComú incrementó el tono de los reproches entre ambos partidos con un ruego: «Pedimos a CiU que más allá de la amabilidad en las formas, deje de firmar contratos de último momento que comprometan al próximo Ejecutivo», declaró Colau.
Sus palabras sirvieron de contestación a la pulla que Xavier Trias (CiU) lanzó pocas horas antes en una entrevista radiofónica: «Colau es una persona mandona y querrá mandar». De forma directa, la alcaldable por Barcelona eludió «entrar en la anécdota de calificativos».