Barcelona cuida el rompehielos del dueño de Louis Vuitton
Bernard Arnault elige el puerto catalán para realizar el mantenimiento de ‘Amadeus’
Amadeus está en el puerto de Barcelona. No es un barco cualquiera, se trata de un rompehielos que se construyó en 1969 como barco de expediciones científicas. Pero hace una década un empresario francés lo compró a buen precio y lo transformó en un yate de superlujo que es capaz de navegar incluso en los polos.
Su dueño tampoco es un ejecutivo al uso. Se trata de Bernard Arnault, el dueño del conglomerado del lujo LVMH que incluye desde el Louis Vuitton a Kenzo, Fendi, Dom Pérignon, Moët & Chandon y la madrileña Loewe o Sephora.
El magnate del lujo internacional ha escogido el muelle del Escar, dentro del recinto de astilleros para grandes yates del puerto catalán, para que su tan preciado yate reciba todos los mimos necesarios en las tareas de mantenimiento. Amadeus está en Barcelona desde medianos de octubre, informa La Vanguardia. Esta elección pone el muelle catalán entre los astilleros más exclusivos del mundo.
Para más detalles, el yate de Arnault tiene 70 metros de eslora que le sitúa entre los 80 barcos recreativos más grandes del mundo. Antes de la fiebre de la construcción de megayates estaba en una posición más destacada en esta lista, a pesar de que muy pocos de estos yates de recreo pueden navegar por el Ártico. El magnate del lujo puede invitar hasta 12 personas en la embarcación que serán atendidos por una tripulación equivalente.
Todo, con el lujo que le gusta rodearse el dueño de LVMH.