Así planea la Generalitat llenar de fieles el juicio contra Mas

Carles Puigdemont (PDECat) insta a sus empleados a que no trabajen el 6 de febrero, fecha en que Artur Mas (PDECat) tiene que declarar en los tribunales por la causa del 9N. Es más, la consejera de gobernación, Meritxell Borràs, dijo en el Parlament que «vería bien, e incluso necesario» que se pidan el día de fiesta para acudir a la sede judicial.

Borrás respondió así a una pregunta del diputado de Ciudadanos José María Espejo-Saavedra, quien respondió que veía «vergonzoso» que defienda esta tesis, teniendo en cuenta «que los empleados públicos dependen de ella». Borràs no aclaró si ese día de fiesta, que se toma «para asuntos propios», se descontaría de la nómina de los trabajadores, o si la Generalitat haría la vista gorda con las ausencias.

En el cruce con la consejera, Espejo-Saavedra ha exigido a Borràs que defina si «dará alguna orden contraria a la Constitución» a los trabajadores públicos para realizar el referéndum. Borràs respondió que los funcionarios del gobierno catalán seguirán trabajando «con tranquilidad e independencia» en el despliegue de la hoja de ruta soberanista y aseguró que no tienen sus puestos en peligro ni recibirán instrucciones que les invite a incumplir la legalidad.

«No haremos otra cosa que hacer las cosas bien hechas, con toda garantía para los funcionarios», dijo. En su argumento, Borràs afirmó que la hoja de ruta independentista ha emanado del Parlament y no del gobierno catalán, mientras que el representante de Ciudadanos le recordó que un trabajador puede desobedecer las órdenes de sus superiores en caso de que impliquen incumplir la Constitución.