Albert Rivera encandila a los entregados empresarios del Círculo de Economía
El líder de Ciudadanos desgrana su programa electoral ante un auditorio amable, dispuesto a que se convierta en la bisagra de España
Albert Rivera fue el gran deseado de las jornadas económicas que el Círculo de Economía celebra en Sitges hasta este sábado. El líder de Ciudadanos era la cara nueva del programa y su primera intervención en el foro se esperaba con atención. Tanto, que logró incluso robar protagonismo a su predecesor en el auditorio, el aún ministro de Economía y candidato a la presidencia del Eurogrupo, Luis de Guindos, en los corrillos tras las sesiones.
Rivera llevó los deberes preparados e hizo acopio de su carisma para vender el programa electoral de Ciudadanos. Se limitó a hablar de las propuestas y deseos del partido. No están en ningún Gobierno, por lo que aún no ha bajado realmente a la arena y el auditorio no le pidió entrar en esa cuestión.
Conocer al personaje
Ante sí, el líder político se encontró a un público amable con ganas de conocer al personaje. La gran inquietud que se le transmitió, lejos de una crítica, fue la falta de experiencia, precisamente, en gobernar. Dieron su visto bueno al mensaje de regeneración democrática (Rivera se llegó a comparar con Adolfo Suárez en su discurso), pero el empresariado quiere acciones.
Por el momento, elude entrar en ese jardín. «Quien ha votado a Ciudadanos es porque quiere una nueva etapa política», contestó a uno de los asistentes (votante confeso) que le inquiría saber qué haría.
Negociar gobiernos
El político habló de «coherencia» y de abrirse al diálogo con todas las formaciones para facilitar investiduras o incorporarse a ciertos gobiernos, aunque esta no es su principal inquietud.
Rivera insistió en que ha llegado la hora de dejar el «politiqueo para hacer política» y que su formación sólo cierra la puerta a negociar con formaciones independentistas –«es como jugar al ajedrez con alguien que quiere romper el tablero»– y a quien plantee un gobierno como «cordón sanitario».
Junta de Andalucía encallada
Su discurso tiene un gran escollo, la paralización de la Junta de Andalucía. Rivera dejó la pelota en el tejado de Susana Díaz: «El PSOE se levantó de la mesa cuando hablamos de imputados».
Pide que la líder de los socialistas andaluces inicie de nuevo un diálogo con Ciudadanos, el único partido que está dispuesto a hablar con ella, y aprovechó para cargar contra el PP y Podemos, el gran ausente en las jornadas económicas del Círculo. El primero por desaparecer –«no está ni se le espera»– y el segundo por plantear «propuestas que iban directamente contra la ley». Aunque prefiere que el partido de Pablo Iglesias esté «dentro del sistema, que diciendo que la democracia no existe».
Su discurso gustó y cosechó más aplausos que De Guindos y que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que abrió el ciclo. Costas puso el broche final: «Espero que esto sea el inicio de una larga amistad». Por el momento, nada de historias de amor. Casablanca queda lejos, desde las playas de Sitges.