Todó deja CatalunyaCaixa antes de la llegada de Pla
Juan MarÃa Hernández, del FROB, se convierte en el primer ejecutivo del banco hasta el 1 de junio
No habrá transición ni plácida ni ordenada en CatalunyaCaixa. La antigua caja de ahorros de la Diputación de Barcelona, hoy propiedad del FROB, estará regida hasta el próximo 1 de junio por Juan María Hernández, uno de los ejecutivos que el organismo público ha destacado en la entidad. Su anterior presidente, Adolf Todó, y su primer directivo, Jaume Massana, destituidos ambos por el actual propietario no aguardarán la llegada de Carlos Pla, su sustituto al frente de la entidad.
Aunque Todó aún continuaba el lunes en las instalaciones de la entidad, fuentes próximas al ejecutivo señalan que en cuestión de horas el ex presidente abandonará el grupo financiero. Lo mismo sucederá con Massana. Ambos, además, con el mal sabor de boca de sus complementos de pensiones y blindajes contractuales retenidos por expreso deseo del ministro de Economía, Luis de Guindos, que intenta evitar así el pago de una indemnización millonaria en una institución que ha recibido más de 12.000 millones de dinero público en los últimos meses.
Explicaciones y sorpresa
Pla presidirá CatalunyaCaixa a partir del 1 de junio próximo. Hasta entonces, el poder recaerá en manos de Hernández, a quien el FROB también ha designado consejero de la entidad. La sorpresa por los súbitos cambios han alcanzado al aparato de la organización financiera e incluso a sus respresentantes sindicales. Las centrales pidieron explicaciones a Todó la pasada semana, cuando las primeras informaciones apuntaban su destitución, pero el directivo confesó a los sindicalistas que desconocía cualquier movimiento en ningún sentido.
La inquietud sobre el futuro del grupo, que puede ser troceado, vendido y adelgazado todavía más, es una de los mayores retos que deberá afrontar Pla a partir de su aterrizaje en la presidencia del consejo de administración. Mientras, los asuntos operativos más perentorios serán despachados por Hernández. El Ministerio de Economía ha diseñado un futuro conjunto para las cajas nacionalizadas (Bankia, Novagalicia y CatalunyaCaixa) cuyo posible coordinador será José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de la caja con sede en Madrid.
Sin protestas políticas
La situación política catalana también ha permitido que los cambios se hicieran sin apenas oposición de los partidos. De hecho, el más enojado por los acontecimientos ha sido el conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, que defendía al equipo gestor del banco y que se vio igual de sorprendido que los dos ejecutivos despedidos por la decisión del FROB. Durante meses, el consejero había colaborado de forma estrecha con Todó y Massana en el diseño de la venta de CatalunyaCaixa a un grupo financiero con capacidad para tomar las riendas y finalizar su saneamiento.
La venta, en la que confiaba Todó como solución más certera para garantizar el futuro, fue suspendida por el FROB a la vista de las pírricas ofertas de los grandes grupos. Algunas, incluso, le otorgaban a la antigua caja catalana un valor negativo de mercado.