‘The Economist’ sobre Grecia: «el divorcio sería un desastre, pero permanecer juntos no es mucho mejor»
El semanario británico insta al país heleno y a los Estados miembros a redefinir los términos de su relación
«Las relaciones entre la eurozona y Grecia se definen según las ‘concesiones’ que cada uno ha hecho al otro. El matrimonio podría durar, pero siendo todavía más infelices que hasta ahora». Esta es la advertencia de The Economist sobre el punto de no retorno al que se enfrenta Europa.
En un artículo titulado My big fat Greek divorce (Mi gran divorcio griego), el semanario británico analiza que la falta de acuerdo entre las partes sería «un desastre para todos». Sin embargo, considera que, si no se cambian los términos de la relación, «permanecer juntos no sería mucho mejor».
El texto expone como imprescindible «un cambio de mentalidad» tanto de Atenas como de las instituciones acreedoras. Y culpa a todos los implicados de la situación actual. The Economist dedica palabras muy duras a la troika, a quien acusa de haber «puesto demasiado énfasis en un rápido ajuste fiscal», en un intento «condenado al fracaso» de limitar el tamaño de la deuda griega.
Estrategia errónea
Una estrategia que, según su criterio, dejaba de lado los problemas reales del país heleno, entre ellos, acabar con los obstáculos estructurales para el crecimiento, el clientelismo o los mercados inflexibles de bienes y servicios y de mano de obra.
El semanario también acusa a Alexis Tsipras de haber agravado el problema, ya que su Gobierno se ha probado «incompetente y todavía más clientelista que sus predecesores».
El artículo termina con una sentencia definitoria: «Evitar el divorcio sería mejor para todos, pero no vale la pena salvar este matrimonio a cualquier precio».