Merkel se reafirma en la política de austeridad para Europa
La cancillera envía un mensaje a Francia para que cumpla sus compromisos en materia de establidad fiscal
Con motivo de su participación en la Cumbre UE-Asia que se celebra esta tarde en Milán y en el Consejo Europeo de la próxima semana, la canciller alemana, Angela Merkel, ha comparecido en el Bundestag para ofrecer una declaración institucional. Una intervención ante los diputados de la cámara baja de poco más de 15 minutos en los que la mandataria ha insistido en la necesidad de respetar los acuerdos sellados en 2012 en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Merkel defiende una mayor coordinación europea en el ámbito económico y a pesar de que la economía alemana se desacelera, se mantiene fiel a su discurso de austeridad. Pacta sund servanda, lo pactado obliga, vino a decir la canciller en un mensaje que se interpreta como una clara alusión a Francia. «Todos, recalco, todos los estados miembros de la UE deben respetar las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en su totalidad», precisó la mandataria.
La credibilidad de Europa
A su entender, está en juego la credibilidad de Europa y todavía es pronto para pensar en que la crisis ha sido superada. «El mercado de trabajo todavía es frágil, miren los datos de desempleo juvenil», apostilló. La cancillera dijo sentirse preocupada por la situación de los jóvenes y conminó a los líderes europeos a poner en marcha medios a nivel nacional y europeo de «forma rápida y efectiva».
Asimismo, Merkel considera importante hacer un balance del pacto fiscal firmado en 2012 para tomar decisiones de cara al futuro. En su discurso no faltaron referencias al crecimiento y la inversión, aunque desde una óptica germana. En este sentido, Merkel entiende que las inversiones deben provenir del ámbito privado y no necesariamente del Estado.
«Creo que en Alemania podemos demostrar que crecimiento e inversiones pueden ser fortalecidas sin abandonar la consolidación fiscal», sentenció Merkel dejando claro, una vez más, que su receta continúa siendo la austeridad.