La Caixa estudia entrar en Nova Caixa Galicia y se excluye de la puja por Unnim
El banco catalán halla complementariedad con la entidad gallega para reafirmar su liderazgo en el mercado minorista español
Caixabank, el grupo bancario de La Caixa que preside Isidro Fainé, tiene puesto el punto de mira en el oeste español. En concreto, en la comunidad gallega. Allí se ubica Novagalicia Banco, el banco resultante de las fusiones de las cajas gallegas agrupadas en Nova Caixa Galicia. La entidad es propiedad del Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (Frob) en el 93% y de las cajas locales en el 7%.
La institución financiera barcelonesa estaría dispuesta a tomar el control del grupo durante 2012, según han revelado fuentes financieras conocedoras de esos movimientos, siempre que se alcance un acuerdo con el Banco de España relativo al valor y a las condiciones de adquisición.
La entidad catalana ha acelerado el estudio de la operación. En el mercado se da por supuesto que en este primer trimestre se intensificarán los procesos de concentración y de recapitalización de las entidades en las que el Banco de España, a través del Frob, ha tomado el control.
Para el equipo de Fainé, la complementariedad del grupo gallego en términos de negocio y de implantanción territorial es de las más elevadas que se produce en España, lo que ha reforzado el interés por evaluar y preparar el terreno para la adquisición.
A diferencia de otras opciones territoriales, la gallega es la que mejor simboliza las aspiraciones de crecimiento de Caixabank en la zona norte de España. Novagalicia Banco tiene 73.773 millones en activos, un patrimonio neto de 1.714 millones y, tras la entrada del Frob, su ratio de solvencia está en el 10,45%.
Una suma apetitosa
Con la adquisición del banco gallego, La Caixa incorporaría de golpe 2,9 millones de clientes, 7.000 empleados y una red de sucursales formada por un millar de oficinas en todas las autonomías, pero especialmente en el norte de España. De hecho, en marzo pasado un equipo de ocho directivos de La Caixa se desplazó para evaluar la adquisición de unas 300 sucursales que el grupo gallego puso a la venta.
Aquella operación del pasado ejercicio acabó en fracaso, al no encontrar ningún comprador dispuesto a abonar el precio pretendido. En consecuencia, la caja gallega se vio obligada a recurrir al Frob, que ha acabado controlando la mayoría de su capital, para cumplir con los requerimientos de capital mínimo exigidos por el Banco de España y el Ministerio de Economía.
Elevada cuota de mercado
Uno de los atractivos de la entidad financiera gallega para el grupo catalán es que dispone de una cuota de mercado en agencias bancarias próxima al 45%, mientras que desciende a un nada desdeñable 40% si se mide en volumen de negocio. Si se añaden esas cifras a los que ya posee La Caixa, la entidad de la Diagonal dispararía su liderazgo en banca minorista en España a gran distancia de Banco Santander y BBVA. El grupo gallego está especialmente implantado en Galicia, Asturias y León.
A la par que se intensifica el interés del equipo directivo de La Caixa por la operación gallega se anula cualquier posibilidad de optar a la compra de Unnim, el grupo resultante de la fusión de las cajas de Terrassa, Sabadell y Manlleu.
Sí mantiene, no obstante, un punto de mira puesto en el futuro de Bankia. Fuentes de La Caixa han declinado pronunciarse sobre esta operación, aunque medios del mercado financiero insisten en que la integración es factible si el control del grupo resultante pasara a manos directas de los directivos catalanes. De producirse, la suma de La Caixa y Bankia daría lugar a un gigante financiero español con una posición de mercado minorista con escasa competencia.