La Audiencia Nacional embargará a Rato y Blesa el miércoles si no abonan las fianzas
El juez Andreu impone 19 millones en conjunto y les atribuye la plena responsabilidad de las ‘tarjetas black’
Los ex presidentes de Caja Madrid y Bankia, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, tienen hasta el martes por la noche para reunir los 19 millones de fianza que el juez Fernando Andreu les ha impuesto en conjunto (16 al primero y tres al segundo). Si el miércoles el dinero no está depositado en las cuentas de la Audiencia Nacional, se activará el embargo de bienes. El magistrado atribuye a ambos la responsabilidad plena de la creación y distribución de las tarjetas black entre los 86 consejeros del grupo crediticio. En conjunto se abonaron gastos personales cuantificados en 15,2 millones, que salieron de las cuentas del banco.
El auto del juez Andreu da cuenta de que los 19 millones que reclama a ambos cubrirán la cuantía gastada con las tarjetas así como un 25% adicional para asegurar el cobro de hipotéticas sanciones derivadas de la responsabilidad civil. Sobre Rato y Blesa pesan, fundamentalmente, dos posibles infracciones: la apropiación indebida y delitos societarios. En concreto, se aprecia la continua “administración desleal”. La ley, recuerda Andreu en su escrito, permite sancionar “a los administradores de una sociedad que realizan conductas causantes de perjuicios con abuso de las funciones propias de su cargo”.
Retribución opaca
La Fiscalía Anticorrupción y el FROB –el actual accionista mayoritario de Bankia— comparten el criterio de Andreu. Ambos exigieron, después de escuchar el testimonio de Blesa este jueves, una fianza de 15,5 millones. No esperaron a que Rato terminara. El juez fue, por tanto, más allá de lo que reclamó el ministerio público. Ayer se pudo constatar que las tarjetas opacas lo eran en toda su dimisión. Ni existían en los contratos de los consejeros ni tampoco aparecen en los estatutos de Caja Madrid. A todas luces se trataría, según la investigación, de un sistema de retribución en b.
A ello cabe añadir que ni Blesa ni Rato pudieron explicar con claridad por qué no declararon nunca a Hacienda los importes dispuestos con esas Visa Business como complemento salarial. Es decir, las tarjetas tampoco constaban en la Agencia Tributaria. El ex ministro de Economía y antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional dijo que los importes que gastaba se descontaban de su retribución anual. Blesa ni se molestó en intentar vender al fiscal y el juez que las tarjetas servían para cubrir gastos de representación (la explicación más recurrida por los 86 beneficiados). Apostó por otra fórmula. Según él, son complementos “de libre disposición”.