El petróleo más barato en 11 años quita presión al lío político español
Arabia Saudí insiste en producir más para compensar la caída de precios, situación que aliviará la economía española en plena negociación para investir un presidente
El petróleo de tipo brent cayó el lunes al menor nivel en más de 11 años, presionado por el incesante aumento de los suministros globales de crudo, que superarían de nuevo a la demanda el próximo año. La referencia cayó casi un 2% a un mínimo de 36,05 dólares, el punto más bajo desde julio del 2004.
Este mes, la reducción acumulada es del 19%, el mayor descenso desde el colapso del banco estadounidense Lehman Brothers en octubre de 2008. El petróleo en Estados Unidos (EEUU) caía 31 centavos, a 34,42 dólares por barril, su punto más bajo desde 2009.
La producción mundial se mantiene cerca de niveles récord y, con el ingreso al mercado de nuevos suministros desde países como Irán, EEUU y Libia, el precio del crudo se dirige a su mayor declive porcentual mensual en siete años.
El lío español
Mientras los países consumidores, como España, disfrutan de los bajos precios del crudo (e incluso quitan presión a la formación del nuevo gobierno), los productores recortan el gasto y miles de empleos. Son la cara y cruz de la misma moneda.
Arabia Saudí, como productor responsable de las caídas del crudo, podría generar el marco económico favorable a las negociaciones políticas para investir a un nuevo presidente español, que se antojan largas y complicadas. A ello cabe sumar que los presupuestos del Estado para 2016, aunque enmendados por Bruselas, están aprobados desde octubre.
El reverso de la situación se da en otros países. Por ejemplo, los exportadores más ricos del mundo se han visto forzados a revaluar sus monedas, liquidar activos e incluso emitir deuda por primera vez en años.
Más producción para combatir el menor precio
La OPEP, liderada por Arabia Saudí, mantendrá la política de compensar la baja de los precios del crudo con una mayor producción, y no ha mostrado señales de ceder. Los analistas del banco de inversión Goldman Sachs consideran que podría bastar con una caída hasta los 20 dólares por barril para que el suministro se ajuste a la demanda.