El euro se come la competitividad de la economía española fuera de la UE
Las empresas tendrán más difícil vender sus productos en los países emergentes
La apreciación del euro frente a las divisas de los países de la OCDE ha penalizado la economía española en el mundo y podría entorpecer la recuperación. El Ministerio de Economía no conecta, sin embargo, las alarmas. El panorama en el mercado europeo es, por el contrario, positivo.
Mientras España pierde potencial entre sus clientes más lejanos, gana posibilidades en su propio vecindario como miembro de la zona del euro. Si se toman como referencia los índices de precio al consumo en la Unión Europea (UE), el comportamiento de la divisa y la baja inflación se tornan en ventaja.
Mejor en Europa
Las demás monedas que circulan en Europa se han encarecido y, por tanto, las empresas españolas pueden vender sus productos en países como el Reino Unido en mejores condiciones, según el índice de tendencia de competitividad (ITC).
La economía española tiene ahora más oportunidades entre los 28 miembros de la Unión Europea, donde avanzó el 0,8% en el segundo trimestre del año. En concreto mejora en la zona del euro (0,5%), aunque con menor empuje que la media, al compartir, en este mercado, la misma moneda.
Ventaja en la zona del euro
Respecto a los países de la UE que no pertenecen a la eurozona, la competitividad de España avanzó el 1,6%, frente a la anterior pérdida del 0,1% trimestral. La ganancia se debe al retroceso de los precios en un 1,6%, mientras la apreciación del euro se frenó, reflejando un suave crecimiento del 0,1% en el tipo de cambio.
De esta forma, durante el primer semestre completo, España gana competitividad frente a estas dos zonas, gracias a la baja inflación en comparación con la media de los países integrados en esas áreas.
Menos competitividad en los emergentes
Por el contrario, la competitividad frente la OCDE retrocedió un 1,3% interanual durante el segundo trimestre, como consecuencia de la apreciación de la divisa europea respecto a esos países, con un crecimiento del 2,8% en el tipo de cambio, ya que el índice de precios relativos descendió un 1,5%.
Comparado con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) España también empeoró, con un descenso del 5,4%. El tipo de cambio creció el 9,3% y la caída del índice de precios alcanzó el 3,6%. La inflación media de esos países supera la inflación española desde el cuarto trimestre de 2006, pero la apreciación del euro impidió una ganancia de competitividad.