De Guindos prepara el tercer decreto bancario sobre provisiones

La Comisión Europea exige a España que obligue a las entidades a declarar y cubrir la morosidad real del sistema

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El Gobierno trabaja en la formulación del tercer decreto que afectará al sistema financiero español en un año. La Comisión Europea ha exigido a España que obligue a las entidades a completar el saneamiento que, una vez engullido el ladrillo, debe cubrir la morosidad oculta. A juicio de Bruselas, las provisiones aportadas por la banca son insuficientes. Duda de su completo saneamiento y el problema ahora es la morosidad.

Apenas hay esbozadas las primeras líneas, según fuentes financieras y funcionarios de la Comisión, pero el objetivo está perfectamente definido. Los inspectores europeos, los conocidos como hombres de negro, que se presentaron la semana pasada en los bancos españoles –incluidos los solventes—, han detectado un mínimo de 12.000 millones dudosos en créditos mal valorados. Han trasladado sus conclusiones al ministerio de Economía, que dirige Luis de Guindos (IND).

Nuevos importes

La cantidad a aportar por la banca variará en función del nivel de cobertura que se incluya en la nueva norma, aspecto que se negociará en las próximas semanas. En los decretos anteriores se exigió más de la mitad de las cantidades dudosas identificadas. Algunas cifras desgranadas por economistas independientes elevan hasta 60.000 millones los préstamos problemáticos por cubrir. Fuentes oficiales descartan estas cuantías.

Los funcionarios de la Comisión opinan que algunas operaciones que los bancos dan por válidas deberían catalogarse a peor. No como préstamos sanos. Es decir, como si se pagaran con puntualidad y cuyo riesgo de mora es mínimo. El grupo correcto sería el de subestándar, un peldaño por debajo que indica inseguridad. Se aplicaría una valoración más conservadora que la actual, desplegada por la banca española al unísono y legal.

Menos dudas

El nuevo ejercicio contribuiría a disipar dudas. Según esta tesis, los grupos españoles podrían acceder con mayor facilidad y a un precio menor a los mercados internacionales de capital. El crédito terminaría calando a empresas y particulares cuando se cubran los nuevos requerimientos. Bruselas sugiere a España que acelere la medida legal. Los, como mínimo, 12.000 millones deberían protegerse este mismo año.

Hasta la fecha el conjunto de bancos y cajas –éstas últimas en su mayoría gracias al dinero público— han generado un colchón de más de 50.000 millones cuya misión es resguardar a las entidades contra las hipotéticas pérdidas que compongan algunas operaciones valoradas, en conjunto, en 120.000 millones. Esencialmente, vinculadas al sector inmobiliario.

Antecedentes

Las aportaciones se reservaron en cumplimiento de los conocidos como decretos Guindos I y II –aprobados en febrero y mayo de 2012—. En el tercero de la serie concurrirían las normas menos agresivas. Moncloa reconoce que existen las conversaciones, pero minimiza el problema y está convencida de que los bancos tienen capacidad para absorberlo si se sustancia. Sus portavoces se remiten a las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP).

En Bruselas, el jefe del Ejecutivo aseguró que “estamos hablando de cantidades muy menores. No estoy preocupado en absoluto por ese tema”.

Respuesta

Los grandes grupos, mientras tanto, se conjuran ante la mera posibilidad. Más provisiones implicarán resultados menguados un año en el que las cuentas de pérdidas y ganancias empiezan a respirar. El zapato aprieta en la banca y muchos han salvado el primer trimestre del año gracias a las desinversiones. En las entidades apuntan a un más que probable efecto en la concesión de nuevos créditos si finalmente el Guindos III se traslada al Boletín Oficial del Estado.

Ismael García Villarejo

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