Cívica mete prisas a Fainé agobiada por el Banco de España y los mercados
Goñi y Pulido apremian a La Caixa para que acelere la valoración del banco liderado por Caja Navarra. Los responsables de Cívica están apremiados por las dotaciones extraordinarias exigidas por De Guindos y por el nerviosismo de los inversores
Banca Cívica, que observa como el agua ya le está llegando al cuello, quiere acelerar el desembarco de La Caixa. Enrique Goñi y Antonio Pulido, co-presidentes de la entidad, habrían trasladado al banquero catalán Isidro Fainé la conveniencia de que la operación se cierre en pocos días.
Sin embargo, la cúpula de Caixabank no está por la labor y se tomará el tiempo que considere necesario para analizar la posible compra. Los libros de Cívica están en la sede de La Caixa donde se confecciona la due dilligence con sumo detalle.
Un elemento de presión que la fusión fría de cajas liderada por Navarra ha puesto encima de la mesa de Fainé son las supuestas conversaciones que mantiene abiertas con Ibercaja, Banco Mare Nostrum y Kutxa, aunque estas entidades niegan cualquier interés.
Pero ni con estos argumentos alteran los ritmos de Fainé, que analiza cómo convertir a Caixabank en el mayor banco de España desde una posición de dominio y solvencia. En Barcelona “no tienen ninguna prisa y están analizando varias operaciones a la vez”, apuntan fuentes conocedoras del proceso.
Goñi y Pulido necesitan, sin embargo, notificar al Banco de España la integración antes del 31 de marzo, el ultimátum dado por el Ministro de Economía para que las entidades expliquen al Banco de España los planes de fusión.
Los bancos y cajas que se integren y contribuyan a crear el mapa bancario que persigue Rajoy dispondrán de hasta dos años para completar las nuevas exigencias en materia de dotaciones. Luis de Guindos cifró esos requerimientos en 55.000 millones para todo el sector. El banco liderado por Caja Navarra necesita dotar 2.000 millones.
La presión de los mercados
Los problemas no terminan con los requerimientos del Gobierno. Pese a que Cívica consiguió salir a Bolsa en julio de 2011 –dos semanas después de Bankia–, los mercados desconfían de su balance debido al ladrillo incorporado con la absorción de Cajasol. Otro dato que preocupa son los 904 millones de participaciones preferentes y los 10.000 millones solicitados al Banco Central Europeo para atender las necesidades de liquidez.
Son datos que la cúpula del banco catalán está analizando con sumo detalle. Cívica encaja en el esquema de futuro de Fainé ya que ganaría el tamaño suficiente como para convertirse en la primera entidad financiera del mercado español. La red de oficinas y el negocio internacional es lo que más interesa a Caixabank.