BBVA tarda un día en desmontar los presupuestos de Rajoy
El servicio de estudios del banco recorta en 30 puntos básicos el crecimiento de la economía que espera el Gobierno, prevé el frenazo de los emergentes y más tensiones por Grecia
Las discrepancias con el Gobierno sobre la intensidad de la recuperación han tardado un día en aflorar. El crecimiento de la economía española se acelerará hasta el 3,2% este año, según las previsiones del departamento de análisis de BBVA divulgadas este miércoles. El banco eleva en dos décimas la proyección anterior, por factores internos y externos más favorables.
El informe, que mantiene la previsión de crecimiento para 2016 en el 2,7%, señala que el crecimiento vendrá acompañado de la creación de 550.000 empleos este año, reduciendo la tasa del paro hasta el entorno del 20% el año que viene desde más del 22% actual.
«Los buenos datos de coyuntura del primer semestre, la política económica y el cambio en el entorno aconsejan revisar marginalmente al alza la previsión de crecimiento del PIB de España para 2015 hasta el 3,2% y mantener la de 2016 en el 2,7%», escriben los expertos del banco.
Los datos del Gobierno
Las diferencias se aprecian en 2016. El Gobierno espera que la economía crezca el 3,3% en 2015 y un 3% el año que viene, con previsiones de una recuperación que pueda generar empleo y reparar parte del daño producido por la prolongada crisis. Las cifras, son más optimistas que las del banco, que suele tener un porcentaje de diana elevado.
Si BBVA tuviera razón, los presupuestos generales del Estado nacen desvirtuados en el capítulo de ingresos, que serían menores debido a una expansión de la economía más modesta. Concretamente, 30 puntos básicos menos que el producto interior bruto esperado por Mariano Rajoy y sus ministros. [DESCARGAR PGE 2016]
El correctivo del banco
El banco de Francisco González redunda: señala que aunque la recuperación es sólida se moderará en el corto plazo, influida por la incertidumbre ante el entorno político doméstico y factores exteriores como la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento, tanto en economías desarrolladas como en emergentes.
El informe subraya la posibilidad de encontrar una puerta de escape si se tuercen los números. «La menor actividad prevista obligaría a retrasar las subidas de tipos de interés en varias economías (especialmente, en EEUU)», aunque no da por superadas las tensiones financieras derivadas de Grecia.