Andorra planta cara al desprestigio que le ha generado el ‘caso Pujol’

El regulador confirma buenas prácticas y los bancos del país pirenaico atenderán los requerimientos de la juez y el fiscal en respuesta a los acuerdos firmados con España

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El caso Pujol ha golpeado con contundencia al sistema financiero de Andorra. La confesión del ex presidente catalán, con la que admitía la tenencia de fondos millonarios y opacos en cuentas del Principado, ha movilizado al regulador (INAF) y al ministro de Finanzas, Jordi Cinca. Nadie hace, sin embargo, declaraciones públicas: este diario no ha obtenido respuestas y hasta la allí venerada TV3 se volvió a Barcelona con las manos vacías. La realidad es que la actividad es frenética aunque los principales responsables se declaran, oficialmente, en periodo de vacaciones.

Se intenta frenar por todos los medios el descrédito que suponen los informes policiales y las noticias sobre bolsas de basura llenas de billetes en las sucursales de Banca Mora; relativas a herencias sin declarar en Andbank; transferencias a BPA; o sobre movimientos millonarios a Argentina desde Credit Andorrà. Ni un solo banco escapa a las repercusiones del caso. El gobierno andorrano y el sector financiero admiten en la intimidad que el desprestigio que han generado los Pujol ha sido notorio.

Múltiples reuniones

Las conclusiones de las múltiples reuniones, llamadas telefónicas y encuentros con los distintos bancos han tranquilizado, sin embargo, al Institut Nacional Andorrà de Finances (INAF), el regulador. Su responsable, Maria Cosan, y el ministro Cinca habrían recibido garantías de que no hubo malas prácticas y que la futura investigación judicial delimitará el alcance real de las operaciones.

Un alto funcionario andorrano admite que “se nos ponen los pelos de punta cuando vemos tanto sensacionalismo en torno a nuestros bancos”, explica en conversación extraoficial con este diario.

Ronda de contactos

Para contener la crisis, el ministro de finanzas ha activado una ronda de contactos de primer nivel con las autoridades españolas. Por una parte, avanza que los bancos andorranos colaborarán con la juez y el fiscal del caso Pujol; pero, además, recuerda que los grupos implicados siguen desde 2009 las directrices de la OCDE en materia de evasión fiscal.

Y es que la Andorra que conocieron los Pujol hace 30 años tiene poco que ver con la actual. El marco legal establece que dejó de ser un paraíso fiscal en 2011. Sus bancos se equiparan en comportamiento a los homólogos españoles. En virtud de un acuerdo que firmaron ambos Ejecutivos, fluye el intercambio de información fiscal, de datos relativos a cuentas bancarias y a inversiones.

Tampoco están permitidas las estructuras opacas, como los trusts, ni las fundaciones que promuevan inversiones off-shore, pensadas para ocultar los beneficiarios de las mismas.

El papel de la patronal bancaria

Esta nueva realidad explicaría los movimientos que los Pujol realizaron hacia otros países que aún figuran en las listas oficiales de paraísos fiscales. Andorra, según el mismo funcionario consultado, “no está interesada en jugarse el prestigio internacional que ahora tiene ni por los Pujol ni por nadie”. En base a esta declaración de principios, los bancos, Cinca y Cosan se han puesto a trabajar codo con codo y con suma discreción.

Echan de menos, de todos modos, una mayor implicación de la patronal Associació de Bancs Andorrans (ABA). La institución liderada por Esther Puigcercós tiene, no en vano, la misión de representar y defender “los intereses y velar por el prestigio de sus miembros”, según se extrae de su web.

Ismael García Villarejo

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