Pescanova repele la ofensiva del ex presidente Fernández de Sousa
El consejo rechaza la ampliación de capital en Nueva Pescanova, la rama industrial controlada por la banca, e incorpora tres nuevos consejeros, rechazando todas las propuestas del fondo Broadbill
Aparte del deseo conjunto de volver a cotizar, no hubo consenso en la junta de accionistas de Pescanova, la multinacional gallega que atravesó un conflictivo concurso de acreedores y que tras la negociación con la banca se convirtió en una sociedad cartera, poseedora del 20% del capital de la Nueva Pescanova, el brazo productivo que controlan los bancos.
La junta celebrada este miércoles puso de manifiesto las discrepancias y echó por tierra la intentona del ex presidente, Manuel Fernández de Sousa, de volver a mandar en la compañía.
Ampliación de capital y acercamiento a la banca
Condenado por la Audiencia Nacional por vender acciones de la sociedad antes de la quiebra, Fernández de Sousa delegó su voto en el consejo en el fondo neoyorkino Broadbill, que proponía respaldar una eventual la ampliación de capital en la Nueva Pescanova y ampliar a seis el número de consejeros.
La ofensiva del expresidente quedó en nada. Ni una ni otra propuesta fueron aceptadas por los accionistas. El punto clave era la ampliación de capital, pues el apoyo de la antigua matriz abriría un remanso de paz y acercaría posturas con la banca, con quien ha mantenido una turbulenta relación.
Tres nuevos consejeros
El consejero Fernando Herce ha defendido la postura del actual consejo de rechazar la ampliación, al entender que diluiría el capital de la vieja Pescanova, del 20% actualmente. También se mostró en contra de ampliar a seis el número de consejeros, maniobra que supondría la salida de César Mata y la entrada de tres nuevos miembros.
Herce ha defendido que el organigrama provocaría un bloqueo en la toma de decisiones y ha propuesto la incorporación de tres consejeros, Carlos Federico Sanz Navarro, César Real Rodríguez y Leopoldo Fernández Zugazabeitia, sin que cese ninguno de los actuales.
En ambas batallas, los accionistas han apoyado las propuestas del actual consejo, frenando la intentona de Fernández de Sousa de colocar independientes en la sala de mandos de la empresa y de impulsar un acercamiento a la banca.
Volver a cotizar
Más consenso hubo en el análisis de la relación que mantiene la compañía con la CNMV y en el deseo de volver a cotizar. Herce mostró su «inquietud y deseo» de regresar a bolsa, aunque ha apuntado que para que esto ocurra depende de que «terceros» faciliten «cuanto antes» la información que requiere la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). «Algunas peticiones podemos resolverlas y otras no están en nuestra mano», zanjó.
En este sentido, manifestó que se ha entregado a la CNMV «toda la documentación» que ha sido requerida, si bien falta alguna que «no depende» de la propia empresa. «No podemos hacer más que insistir e insistir», zanjó.
El regreso de Fernández de Sousa
La postura del consejo se ha impuesto, por un 82,3% del capital representado, a la de Broadbill, poseedora del 3,69% del capital social de la compañía, y que ha contado con la delegación de voto del expresidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, que todavía retiene un 7,45% de las acciones.
El ex presidente fue multado, condenado por el juez Ruz, embargado e incluso apareció en los papeles de Panamá durante la crisis de su compañía, que antes de la quiebra se ponía como ejemplo de desarrollo e innovación industrial.