Los Raventós trocean la extra de verano a los trabajadores de Unipost
El grupo postal privado vuelve a retrasarse con las nóminas y parte en diez la paga de verano, con lo que afronta su posible venta con un nuevo conflicto laboral
Unipost está en venta. No es la primera vez: las pérdidas reiteradas de la empresa postal ya provocaron la salida de Deutsche Post y no es ningún secreto que los Raventós también quieren desprenderse de su mayoría. Lo han intentado en el pasado y vuelven a hacerlo ahora, pero pueden tener dificultades si la compañía no sale del agujero.
A pesar de que para este año preveían abandonar los números rojos, la realidad de la tesorería del grupo es poco halagüeña. Tanto es así que Unipost ha vuelto a recurrir a los retrasos en el pago de las nóminas, algo que ya hizo en 2014, pero esta vez además ha decidido fraccionar la extra de verano y abonarla en diez veces.
Según han explicado a Economía Digital fuentes de CCOO, lamentablemente, ya están acostumbrados a los retrasos en las nóminas, pero es la primera vez que trocean en diez una paga extra. «La última la pagaron en dos veces, pero lo que no nos había pasado nunca es que la pagaran en diez veces», han lamentado las mismas fuentes.
Y con un ERE
Desde hace unos meses, Unipost está abonando las nóminas con algunos días de retraso, y fraccionando el pago en dos. Esta situación se suma al ERE de reducción de jornada que se está aplicando en Madrid, a causa de la pérdida de un cliente importante, Iberdrola, ante el que la CGT ha convocado ya paros parciales como protesta.
De momento, sólo esta organización ha iniciado las movilizaciones, pero en los últimos días han empezado las reuniones entre las secciones sindicales de CCOO, UGT, USO y la propia CGT para poner en común sus puntos de vista y pactar acciones conjuntas. Aunque coinciden en su rechazo a los retrasos en las nóminas y al nuevo ERE, todavía no han llegado a un acuerdo con respecto a las protestas.
En plena venta
Estos retrasos en el pago del salario y el microfraccionamiento de la extra, junto con el conflicto laboral que amenazan con provocar, suponen un golpe a las intenciones de la familia Raventós, propietaria también del grupo Codorníu, de vender Unipost. Al menos, no la facilita.
Los Raventós han encargado a la consultora Deloitte que busque un comprador para su grupo postal, según informó Expansión y confirmaron a Economía Digital fuentes del sector. Sin embargo, las cifras no ayudan –el grupo perdió 5 millones en 2014, último ejercicio con las cuentas depositadas– y no sería la primera vez que el grupo que preside Antón Raventós se queda compuesto y sin novia.
A finales de 2014, la familia propietaria de la compañía y Deutsche Post, que tenía cerca de un 38%, ya intentaron venderla. Tras no conseguirlo, los Raventós sorprendieron comprando la participación de la compañía alemana, que llevaba diez años en el accionariado, tras comprar el paquete del fondo Nazca Capital.
Quizá por estos movimientos, y el intento fallido, los sindicatos no creen que la venta esté sobre la mesa, sino que consideran que se ha filtrado para presionar a la plantilla para que acepte más recortes, según han denunciado fuentes de los trabajadores.