Los ‘headhunter’ sobre los ingresos de Aguirre, «120.000 euros ya serían muchos»
El sector de los cazatalentos ve excesivos los 369.000 euros cobrados en 2013 por la candidata a la alcaldía de Madrid como presidenta del consejo asesor de Seeliger y Conde
La polémica filtración de la declaración de la renta de Esperanza Aguirre, candidata a la alcaldía de Madrid por el PP en las elecciones de mañana domingo, se ha convertido en todo un bombazo en el tramo final de la campaña electoral.
El motivo, los 369.000 euros que Aguirre, como presidenta del consejo asesor de la firma de cazatalentos Seeliger y Conde, percibió en 2013. La empresa que la contrató a principios de ese año (cuatro meses después de dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid) y en la que ha permanecido hasta el pasado mes de marzo cuando el PP la nominó candidata a la alcaldía de la capital.
Mucho o poco
¿Mucho o poco dinero? La impresión generalizada recabada entre los consultores del sector es que esa cantidad resulta a todas luces excesiva. «Si una empresa de alto nivel me encarga que le busque un consejero asesor, mi recomendación sería no pagar más de 120.000 euros. Para lo que tienen que hacer ya estaría muy bien pagado», comenta uno de los principales headhunter españoles que ha preferido mantener su anonimato.
Cuando Seeliger anunció, en enero de 2013, el fichaje de Aguirre, el presidente de la empresa de búsqueda de directivos, Luis Conde, no quiso desvelar los emolumentos que percibiría Aguirre –esos 369.000 euros que ahora se han conocido–, aunque sí reconocía que tendrían un componente variable. «Aquí no regalamos nada», apostillaba Conde.
Una reunión al trimestre
Entre los objetivos a cumplir en su contrato, Aguirre debía, desde un despacho de la firma en Madrid, reunir al consejo al menos cuatro veces al año (una por trimestre), mejorar la competitividad y eficacia de la empresa.
Objetivos que, entendía la empresa, la presidenta del PP de Madrid podría cumplir de sobra «por su visión global, por su capacidad de liderazgo, de generar entusiasmo y de transmitir confianza». Dotes que según Seeliger habían permitido a la dirigente «ser altamente respetada en el mundo empresarial».
De cazatalentos al uso no salen las cuentas
Para que un consultor en España, de nivel reconocido, alcanzase esos ingresos debía haber generado ventas de en torno a un millón de euros. Lo que supone unas 30 búsquedas que, en el caso de que fueran todas de profesionales de muy alto nivel, se podrían reducir por debajo de 20. Menos imposible. No saldrían las cuentas.
«Yo, desde luego, no lo pagaría, pero en Seeliger no son tontos. Y si los 5 ó 6 accionistas han preferido pagar eso a Aguirre, detrayendo el dinero de sus propios dividendos, ellos sabrán lo que hacen», comenta otro profesional con más de 20 años en el sector. El mismo que añade que «en mis mejores años, no como sucede ahora, con bonos, acciones y el cargo de director general, estaba en los 450.000 euros y trabajando sin descanso con los clientes».
Si se lo han pagado, será por algo
Otros, en cambio, no parecen tan asombrados de las cantidades ganadas por Aguirre. «Tendría un sueldo fijo y un porcentaje sobre los contratos que ha generado. Y, si se lo han pagado, será por algo», apunta Jorge Fidalgo, de la firma Stanton Chase International.
Lo que ha pasado aquí, a su juicio, es muy simple; y siempre ha sucedido y volverá a suceder. «Buena parte de los políticos, con independencia de qué partido sean, suelen explotar su potencial de relaciones en el sector privado», asegura.
Y en el caso de Aguirre, resulta evidente. «Seeliger la llama para que ejerza de intermediaria ante los presidentes de grandes empresas al objeto de que, cuando requieran contratar un alto cargo, realicen el mandado a este headhunter y no a otro», explica Fidalgo su parecer sobre este asunto.
Puerto Rico y República Dominicana
En los poco más de dos años que Aguirre ejerció de presidenta del consejo asesor de Seeliger y Conde, la apertura de la firma hacia el continente americano se convirtió en una de sus prioridades.
Hasta allí se desplazó en octubre de 2014 –pocos meses antes de abandonar este puesto para volver a la política– para inaugurar en Puerto Rico la primera oficina de la firma en la zona del Caribe. Así como para tantear la posibilidad de hacer lo propio en la República Dominicana, país en el que llegó a reunirse con su presidente, Danilo Medina.