Las grandes conserveras gallegas se pasan a la marca blanca
Calvo, la única de las principales conserveras que se mantenía fuera del mercado de marcas de distribución, acaba de anunciar un acuerdo con DIA
En los lineales de los supermercados e hipermercados conviven desde hace años productos de compañías de renombre con las conocidas como marcas blancas o de distribución, que en los últimos años han experimentado un espectacular crecimiento, hasta el punto de que algunas han superado en ventas a la propia marca del fabricante. En el caso de las conservas, Frinsa del Noroeste es el líder de este segmento, donde cada vez suma más rivales.
La compañía con sede en Ribeira, dirigida por el incombustible Ramiro Carregal, elabora productos como bonito y mejillones en conserva para las grandes distribuidoras francesas –Carrefour y Alcampo–, pero también para DIA, firma que acaba de cerrar un acuerdo con el Grupo Calvo, hasta ahora la única de las tres grandes conserveras gallegas que no había metido la cabeza en este negocio.
Calvo, a por el liderazgo en el sector
Con este movimiento, la sociedad con sede en Carballo busca ampliar mercado y tratar con ello de arrebatar a Jealsa-Rianxeira el primer puesto en facturación. Su rival, radicada en la localidad coruñesa de Boiro, tiene en Mercadona su principal cliente, al que vende, entre otros, latas de bonito y mejillones para su marca blanca Hacendado. En 2015, el 56% de sus ingresos provinieron de la cadena de distribución presidida por Juan Roig, una dependencia que ha motivado un toque de atención por parte de sus auditores, a pesar de haberse reducido en tres décimas con respecto al ejercicio anterior.
La incursión de Calvo en el mercado de la marca blanca puede redundar en un aumento de los ingresos de las tres grandes firmas conserveras gallegas que, según datos del Foro Económico de Galicia, en 2015 concentraban el 60% de la cifra de negocio del sector en la comunidad.