La Seda tiene un agujero patrimonial de 111,8 millones de euros
La administración señala que la desinversión y los litigios judiciales pueden alternar los números
La Seda de Barcelona (LSB) tiene un agujero patrimonial de 111,8 millones de euros. La administración concursal, en manos de Forest Partners, ha prestado este jueves al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Barcelona la radiografía del activo y el pasivo de la compañía.
Los créditos pendientes de pago que ha identificado la administración llegan a los 736,1 millones de euros. Hay 40,8 millones de créditos con privilegio especial y otros 929.500 euros que han sido reconocidos como privilegio general. Es decir, que cobrarán los primeros tras liquidar las facturas pendientes de abonar desde que se declaró la quiebra de la química.
Créditos contra la masa
Proseguir con la actividad del grupo en el marco del proceso concursal ha provocado una deuda de 923.913, según los cálculos de Forest Partners.
Es decir, la banca (ya que casi toda la deuda es con entidades) se repartirá los 624,3 millones de euros restantes de activos que tiene la química. Ello incluye los inmuebles, que están valorados en 113 millones; las participaciones en empresas del grupo y asociadas (419 millones); y los créditos a otras empresas del grupo, que alcanzan otros 67 millones.
La administración concursal señala que se ha tenido en cuenta las peculiaridades de calificación del préstamo que desencadenó la quiebra de La Seda. Un crédito PIK que alcanza los 235 millones. El presidente de la química, Carlos Moreira, reconoció en la última junta de accionistas que el grupo tiene 250 millones de euros de préstamos pignorados y 110 millones más en bilaterales.
Condicionantes
El informe de Forest Partners establece que estos cálculos son volátiles. Señala que la situación patrimonial de la química puede cambiar por las múltiples incógnitas que hay sobre la mesa. “Pudiendo verse las masas activa y pasiva incrementadas o reducidas”, indica en el documento.
La Seda está inmersa en varios litigios judiciales en los que demanda y es demandada. El más mediático es el cerco a su ex presidente, Rafael Español, a quien Fiscalía acusa de hinchar y emitir facturas falsas a la compañía por valor de 12 millones de euros. La empresa también ha sido denunciada por varios ex trabajadores, quienes le reclaman indemnizaciones por despedir de forma improcedente.
Además, está inmersa en un proceso de desinversión de varias unidades productivas y el precio de su cartera de inmuebles puede variar según la evolución del mercado.
Negocio en Portugal
La administración también pone de relieve que la evolución del negocio en Portugal de La Seda está en el aire. Concretamente, el futuro de la planta Artlant PTA situada en Sines. “Determinados activos de esta sociedad y de los negocios y acuerdos que mantiene con LSB son generadores de incertidumbre”, afirma.
En este caso, su desenlace también afectará la lista de acreedores. Cabe recordar que el presidente de la química es uno de los empresarios lusos que más han invertido en la empresa y se ha hecho con su control.
Propuesta avanzada de convenio
La cúpula de La Seda pretende llegar a un pacto con los acreedores lo antes posible. Moreira comunicó en octubre a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al juez que trabajaba en una propuesta avanzada de convenio a la que ya tenía un 25% de adhesiones.
El pacto pasaba inicialmente por una quita del 68%, aunque este porcentaje puede ser mayor para conseguir la viabilidad de la compañía. La Seda reconoció unas pérdidas de 212 millones de euros al cierre del tercer trimestre. Espera mejorar los resultados antes de terminar el año.