La juez decide investigar a Sixte Cambra

El juzgado de instrucción número 31 de Barcelona ha admitido a trámite una querella contra el presidente de la Autoridad Portuaria de la capital catalana (APB), Sixte Cambra, y otros miembros de la cúpula. El escrito, presentado por un grupo de empresarios, señala distintas irregularidades en la concesión de la Marina Bocana Nord –también conocida como Marina Vela por su proximidad al hotel de la cadena Starwood— a la compañía Formentera Mar, tal y como adelantó Economía Digital.

El Puerto de Barcelona vive unas semanas convulsas. A esta querella, hay que sumar la investigación que la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC) ha iniciado por la adjudicación de la Marina Port Vell al fondo de inversión Salamanca Group. El ente fiscalizador sospecha que la operación sirve de tapadera para blanquear dinero proveniente de paraísos fiscales y ha detectado un posible trato de favor por parte de los responsables de la infraestructura pública hacia el grupo británico.

Concurso a medida

La querella presentada por la concesión de la Bocana Nord señala que el Puerto de Barcelona diseñó el concurso para “favorecer a un grupo empresarial en detrimento del resto de eventuales licitantes”. La magistrada Beatriz Balfagón ha abierto diligencias previas para determinar si Cambra, así como el secretario general de la APB, Román Eguinoa, y el propietario de Formentera Mar, Nicolás Mayol, incurrieron en delitos de prevaricación y fraude a ente público.

El Puerto de Barcelona aprobó en septiembre la concesión administrativa para construir y explotar la marina Vela a la compañía Formentera Mar. El escrito apunta que la administración portuaria impuso unas condiciones draconianas en los pliegos de la concesión para evitar suscitar el interés del sector. De esta forma, tan sólo se presentó al concurso la compañía de Mayol.

“Llama la atención que en un concurso tan relevante desde la perspectiva patrimonial para el Puerto de Barcelona y para la ciudad, pues se trata de la construcción y explotación de una marina deportiva, se presente una única empresa, que se constituye formalmente en UTE cuando en realidad se trata de un mismo grupo empresarial”, señala el texto.

Recompensa

Justo antes del fallo definitivo, el Puerto otorgó una concesión para operar en una zona edificada contigua a la Bocana Nord a Barcelona Nautic Center, firma propiedad del mismo empresario. Hasta entonces, el titular del espacio era la compañía North Wind Yard, que ahogada por las deudas tiene alquilada la licencia para actuar como reparador de embarcaciones a otra sociedad. Los empresarios también señalan que es sospechoso que se hayan ampliado los usos de esta concesión, ya que ahora también tiene potestad para realizar actividad comercial. Además, el Puerto también recompensó con una autorización directa para operar en un espacio de barcos en varado a Auxiliar Ibérica, también del mismo dueño.

Los denunciantes consideran que estas dos entregas de vías de negocio constituyen de hecho una compensación por el concurso mayor y diseñado a medida del grupo de Mayol.

La concesión

Formentera Mar debe invertir 30 millones de euros en 24 meses para desarrollar una infraestructura capaz de acoger un total de 134 embarcaciones con esloras situadas entre los 15 y los 40 metros. Esta parte se completará con una marina seca de 6.200 metros cuadrados de superficie para embarcaciones con eslora máxima de 12 metros, la primera de estas características en el puerto de Barcelona.

El presidente del Puerto, Sixte Cambra, destacó en abril, cuando se ratificó la concesión, la importancia de esta inversión como «elemento clave de la expansión del Port Vell”. De hecho, se trata de un elemento clave para el Barcelona Clúster Naútico, entidad en la que participa el Ayuntamiento de Barcelona, la APB y empresas del sector para perseguir posicionar a la ciudad como referente del sector náutico en el Mediterráneo y en el mundo.