Foment se planta: no quiere más impuestos en Catalunya
Avisa al futuro gobierno de la Generalitat que si no mantiene la fiscalidad actual sufrirá el 'efecto Depardieu'
¿Grandes empresarios huyendo de Catalunya en búsqueda de un mejor entorno fiscal, como ha pasado en Francia con el actor Gerard Depardieu y el propietario del grupo LVMH, Bernard Arnault? Ese es el panorama que augura Foment del Treball y Fepime si el futuro gobierno de la Generalitat decide incrementar los impuestos. “La gente que se mueva de un territorio a otro será testimonial, pero no ayudará a la visión de equilibrio y solidaridad de Catalunya”, ha avisado el presidente de la patronal, Joaquim Gay de Montellà, en un encuentro navideño con los medios de comunicación poco después de la constitución del nuevo Parlament.
A la patronal no le gustó el apartado económico del programa electoral de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y rechaza de frente cualquier incremento de tasas o la recuperación del impuesto de sucesiones. Dos de los objetivos del partido con el que Convergència i Unió (CiU) quiere pactar la gobernabilidad de Catalunya en una legislatura que, por el equilibrio de poderes del Parlament, se augura complicada.
100 propuestas
Gay de Montellà ha reivindicado la propuesta económica que la patronal hizo durante la campaña electoral. Un documento con 100 iniciativas en las que reclamaba eliminar los incrementos del IRPF de los últimos años del tripartito y reincorporar algunas deducciones, como las del 15% para gastos sanitarios o rehabilitación de viviendas, entre otros.
Además, Foment y Fepime (que acaba de ser reconocida como interlocutora social para la Generalitat) querían eliminar el Impuesto de Patrimonio en Catalunya, tal y como han hecho otras autonomías.
ERC apostaba, precisamente, por incrementar la presión fiscal catalana para recaudar más. “Ahora no es el camino, sobre todo cuando esperamos otros dos años difíciles”, ha recordado el presidente.
Impuestos europeos
Para las patronales catalanas, lo ideal sería compartir una fiscalidad armonizada en toda Europa. Una forma de evitar que cada región tenga su propio régimen impositivo para atraer o ahuyentar empresas. “No habría ningún desplazamiento ni arriba ni abajo, todo sería mucho más equilibrado”, sentencia Gay de Montellà.