Foment da un serio correctivo a los comerciantes catalanes
La gran patronal catalana exige a la Confederació de Comerç que abandone las malas prácticas si quiere su ayuda
En Foment del Treball están preocupados por la Confederación de Comerç de Catalunya (CCC), cuya supervivencia corre peligro por un agujero patrimonial de 2,6 millones de euros. La gran patronal catalana, a la que la CCC está adherida, está ayudando a los comerciantes, pero también se ha puesto exigente.
Joaquim Gay de Montellà, presidente de Foment del Treball, ha admitido que la organización está ayudando a la CCC, como ha explicado Economía Digital, pero también le ha dado un toque de atención. La ayuda pasa por una condición sine qua non: que se abandonen las malas prácticas que la han llevado a la actual situación.
Tras recordar que Foment es una confederación y que las organizaciones adheridas son independientes, Gay de Montellà ha subrayado que lo que le piden a sus confederados es que «sigan buenas prácticas» en la gestión. Eso es algo que en la CCC no ha sucedido, como ha relatado este medio.
Confianza en la auditoría
La Confederació de Comerç ha perdido dinero durante los últimos seis ejercicios y acumula un patrimonio negativo de casi 2,6 millones, según la documentación a la que ha tenido acceso Economía Digital. El ex secretario general de la CCC, Miquel Àngel Fraile, subió su sueldo y el de su mujer sensiblemente mientras la organización perdía dinero.
Ante los números rojos de la organización, Maria Rosa Eritja, presidenta de la patronal, encargó una auditoría, tras la cual fulminó a Fraile. Esta auditoría también está en manos de Gay de Montellà, que confía plenamente en ella, ya que la ha hecho alguien cercano a la patronal, ha confesado.
El presidente de Foment no ha querido extenderse en sus declaraciones sobre la CCC. Prefiere ser prudente ya que hay mucho en juego. Concretamente, el futuro de una organización que tiene detrás a 70.000 comerciantes, una de las patronales más representativas de Cataluña.
El adiós del ‘jefe’
Miquel Àngel Fraile llevaba más de 30 años como secretario general de la Confederació de Comerç cuando saltó la noticia de su cese. Fraile estaba desde el inicio de la patronal, al igual que su presidente, Pere Llorens, que murió en abril de 2015.
Su sucesora, Maria Rosa Eritja, decidió pedir una auditoría para conocer el estado de las cuentas de la organización, a pesar de que antes era vicepresidenta y ya debería de haberlas conocido. La auditoría evidenció el agujero que había en la organización y las malas prácticas de las que hablaba Gay de Montellà, y echó a Fraile.
Ahora, Eritja ha asumido la secretaría general para intentar sacar a la CCC del agujero, para lo que ha pedido ayuda a Foment, a la Generalitat y a la banca, pero no lo tendrá fácil. Algunas fuentes han explicado que está todo preparado para pedir el concurso de acreedores y afrontar así la deuda, pero la organización guarda silencio.