El mercado del alquiler en España necesita medio millón de viviendas
El negocio del alquiler supone una apuesta segura de futuro para inversores y compañías, según han concluido los expertos reunidos por el Club Inmobiliario ESADE Alumni
Las cifras atestiguan que el alquiler es, cada vez más, un mercado de futuro para compañías e inversores. Esta es la principal conclusión del encuentro celebrado este miércoles por el Club Inmobiliario ESADE Alumni en su XVII Jornada Anual, en el que se ha analizado la viabilidad de este negocio tanto desde el punto de vista operativo como desde el lado de la financiación.
Eduard Mendiluce, presidente del club y consejero delegado de Anticipa, ha sido el encargado de inaugurar el evento. El directivo ha señalado que el alquiler residencial «ha venido para quedarse», ya que responde a los cambios estructurales que ha vivido la sociedad española en los últimos años.
En este sentido, Mendiluce ha indicado que hoy por hoy en España no existe un parque de viviendas en alquiler de calidad que dé respuesta a la actual demanda.
Clientes jóvenes potenciales
Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona, ha puesto números a esta realidad. Según los datos del INE, un 42% de los jóvenes de entre 20 y 39 años viven con sus padres. En total, alrederor de cinco millones de personas; de las cuales 2,3 millones cuentan actualmente con un empleo.
«Dentro de este grupo, podemos predecir una demanda de 500.000 viviendas de alquiler en España en los próximos años», ha explicado Oliver.
Modelos en Europa
Durante las ponencias también se han comparado los modelos empresariales vinculados al alquiler que existen en Europa. Uno de ellos es el de Alemania, donde existen un par de compañías que gestionan parques de 200.000 y 300.000 viviendas, ha apuntado Mendiluce.
Otro de los ponentes, Guillermo Baygual, director Inmobiliario para Europa de JP Morgan, se ha referido a los diferentes marcos normativos que existen en el continente. Y ha apuntado al inglés como el que más protege los intereses del propietario, y al holandés como el más favorable para los inquilinos.