Fue el primero en invertir en Skype y la operación de venta le sirvió para hacerse con el capital que años más tarde le permitió comprar la escudería Renault y, más recientemente, Lotus. Luxemburgués residente en Londres, pero de padres gallegos, y hombre fuerte de la City londinense, Gerard López, desembarca en España con la intención de aportar por el sector inmobiliario y energético.
Y para presentar su intención de regresar a la tierra de sus padres en calidad de inversor, López ha comenzado una ronda de patrocinios culturales y turísticos. Este domingo presenta el coche Lotus donde ha regalado un espacio privilegiado del propio automóvil a la exposición del Greco, en Toledo. Con la inclusión gratuita del logo, que podrá ser visto por 600 millones de personas, López quiere dejar claro que llega a España comprometido con la cultura y el turismo del país y que sus capital no llega con plumas de buitre ni huirá rápidamente y en bandada estacional como las golondrinas.
El Greco, a 300 kilómetros por hora
En el coche de Lotus, la exposición de El Greco tendrá el espacio central y más destacado por encima del resto de publicidades, pero el casco negro, y con bandera española, sólo hará referencia a la exposición toledana. Los pilotos Romain Grosjean y Pastor Maldonado llevarán en sus cabezas el rostro del genio que recreó el entierro del Conde Orgaz y que recorrerá el circuito de Montmeló (Barcelona) a 300 kilómetros por hora.
López regalará el casco que Lotus usará en el Gran Premio de España, con la publicidad de El Greco, al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, el próximo 8 de mayo en la Moncloa. También tiene previsto regalar otro al Rey Juan Carlos si finalmente asiste al gran premio el próximo 11 de mayo.
El pelotazo de Skype
López fue el primer inversor de Skype hasta que la compañía alzó vuelo y la vendió a eBay, una de las operaciones que lo catapultó a las altas esferas financieras. También es propietario de Icodemo, una inmobiliaria con tentáculos en Europa, Estados Unidos, Asia y Europa del Este. Hoy a través de sus fondos de capitales posee más de 40 empresas en todo el mundo.
Cofundador de Genii Capital, una gestión de la inversión privada y la firma de asesoría financiera, López ha comenzado a hacer contactos en España para sus futuras inversiones. Confía en el inminente despegue de la economía nacional y quiere estar bien posicionado cuando ello suceda. Su entorno explica que tiene especial interés por empresas tecnológicas que atraviesan sus fases tempranas, así como en el sector energético e inmobiliario.
Piloto y filantrópo
Como buen millonario, López también tiene su vocación artística y filantrópica. Coleccionista de arte asiático, destina unos cinco millones de euros a fundación de ayuda a los jóvenes y prepara una amplia exposición en 2016 sobre la vida y obra de Charles Chaplin que se abrirá en la localidad suiza de Corsier-sur-Vevey.
López a veces conduce los coches de su escudería. Lo hace por hobby, como sus inversiones en la Fórmula 1, donde asegura que no gana dinero. Sólo inyecta recursos en el sector porque eso le permite viajar y tejer relaciones. «Nuestro objetivo es aprovechar la plataforma que nos ofrece la F-1 para desarrollar nuestros negocios en todo el mundo: en cada país que pisamos nos vemos con políticos, empresarios y financieros», declaró López hace cuatro años.
En Montmeló, López hará lo mismo. No viene a ver ganar a sus pilotos sino a reunirse con políticos y empresarios. Y, sobre todo, a hablar de negocios.