El desastre ecológico que provocó el vertido incontrolado de potasas en Súria y Cardona llega a la Audiencia
Iberpotash y los ecologistas discrepan sobre los efectos del vertido masivo de sales a los acuíferos
El colectivo ecologista L´Alzina ha presentado un escrito de alegaciones en la Audiencia de Barcelona por el que pide que se mantenga la condena de dos años de cárcel por delito medioambiental grave contra tres ex directivos de la empresa Iberpotash, acusados de vertidos incontrolados de ingentes cantidades de potasas en diversas cuencas fluviales y acuíferos de la barcelonesa comarca del Bàges.
Los ecologistas, que ejercen la acción popular contra la empresa que explota las minas de sal de Sallent y Súria se aferran a la sentencia que dictó hace cinco meses el juzgado de lo penal número 1 de Manresa que no sólo condenó a los directivos, sino que también lo hizo con la empresa Iberpotash a la que obliga a «tomar todas aquellas medidas de restauración que sean necesarias para preservar y mantener el equilibrio ecológico perturbado así como asumir el coste económico de la recuperación ecológica».
Según esta sentencia, pozos, fuentes, torrentes, ríos, canales y acuíferos de la comarca se vieron gravemente afectados por los vertidos incontrolados de «ingentes cantidades de sal» procedentes de esta empresa. Algunos tramos de diversas cuencas fluviales quedaron literalmente inertes.
Más sal que en el agua del mar
La sentencia ha sido recurrida. Los tres ex directivos de la empresa y la actual dirección de Iberpotash SA ha recurrido esta sentencia de primera instancia ante la Audiencia Provincial. Dicen que no queda acreditado que los vertidos fueran los causantes del desastre ecológico que supuso la salinización de las cuencas fluviales de la comarca.
Según la Fiscalía, la presencia de sal en fuentes, acuíferos y ríos en la comarca del Bàges multiplicó por cuatro el índice de salinidad del agua del mar.
Sal tóxica para las personas
Ese proceso provocó, no sólo la toxicidad del agua (en plena zona ganadera y de regadío agrícola) sino también un grave riesgo para la salud de las personas al haberse detectado, junto a la sal vertida, la presencia de residuos hidrocarburos procedentes de la fábrica.
Ahora la Audiencia tendrá que resolver si ratifica, modifica o anula la dictada por el juzgado de Manresa.
Las potasas en manos de una empresa israelí
Desde 1998 la explotación de las emblemáticas minas de sal en Cardona y Súria está en manos de un pool internacional liderado por una compañía israelí, Dead Sea Work, que explota la extracción de sal en el mar Muerto. Siendo entonces el ministro de industria, Josep Piqué, la sociedad estatal de participaciones industriales SEPI ingresó a finales de 1998 17.000 millones de pesetas por la privatización del grupo Potasas.
Desde entonces, Iberpotash ha estado y sigue estando en el punto de mira de distintas asociaciones ecologistas.