El coche verde toma el control de la automoción europea
El Grupo Volkswagen alerta a Bruselas de que si restringe más el límite de emisiones condenará a la industria continental
Verde. Sostenible. Respetuoso con el medio ambiente. Estas han sido las palabras más repetidas en el Salón del Automóvil de París, la cita bienal que ha abierto las puertas este jueves en la capital francesa por ahora sólo al público profesional.
Las grandes marcas aprovechan el primer día de feria para mostrar las novedades de su porfolio. Incluso grupos de lujo abrazan la nueva realidad del sector. Como Porche, que ha rediseñado su modelo estrella, el Cayenne, y lo ha convertido el “primer híbrido enchufable de alta gamma”, según describe la propia firma. Cuenta con 416 caballos y su velocidad máxima es de 253 kilómetros por hora.
Normativa comunitaria
La apuesta verde no es gratuita. Quedan tan sólo cinco años para cumplir con los objetivos de la Apuesta 20/20/20 de la Unión Europea, la agenda que marca las pautas para luchar contra el cambio climático en el continente y obliga a los fabricantes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como mínimo el 20%.
Las empresas automovilísticas aseguran que han hecho suyo el objetivo y que realmente creen en la necesidad de ser más sostenibles. Pero temen que la ambición de Bruselas en ser cada vez más cuidadosos con el medio ambiente condene a la industria.
Alerta de Volkswagen
El presidente del consejo de administración de Volkswagen, Martin Winterkorn, ha sido el primero en lanzar un aviso en este sentido a la Comisión Europea: “Aún fabricamos las mejores máquinas y vehículos del mundo, no debemos permitir que las empresas europeas pierdan importancia internacional por eso”.
Sus palabras no se pueden tomar a la ligera, ya que lidera una de las industrias tractoras de la economía de los 28 y destina anualmente “más de 10.000 millones de euros en investigación dentro del grupo”. Se benefician de ello los centros productivos que las marcas del grupo tienen desde España (Seat) a la República Checa (Skoda). “Cada gramo de CO2 que ahorramos cuesta casi 100 millones al grupo”, cuantifica.
Factorías en España
Todas las firmas integradas en el grupo tienen en su catálogo un modelo verde. Incluso la española Seat, aunque no encaje exactamente en su perfil. “La electromovilidad aún tiene una autonomía muy limitada y, lo más importante para nosotros, no es asequible”, reconoce el presidente de la firma, Jürgen Stackmann.
Con todo, han presentado por primera vez en París el León TGI, un híbrido de gas y gasolina que se une al resto de versiones sostenibles de la compañía: el Mii eco fuel y la versión híbrida (también de gas) del Mii by Mango.
También apuesta por modelos híbridos la francesa Citroën. El grupo llega a París con un concept car muy avanzado que se ha desarrollado sobre la base del modelo Cactus, el vehículo que se fabrica en la planta de Villaverde (Madrid). La versión en estudio, la Air Flow, cuenta con un motor de gasolina y aire comprimido que reduce el consumo de combustible hasta el 30%. El diseño aerodinámico y los materiales ligeros con los que está fabricado incrementan su bajo consumo.
Nuevos sistemas híbridos de Toyota
Todos los coches que Citroën ha llevado al salón galo son de bajas emisiones, algo parecido a los vehículos que presenta Toyota. La dirección europea del grupo japonés señala que los nuevos modelos que se lancen al mercado deben encajar en uno de los tres perfiles principales de la compañía: electricidad, híbrido o hidrógeno.
De hecho, la firma insiste en rebajar el consumo y las emisiones de su sistema híbrido con el nuevo concepto que han presentado en París, el C-HR.
Vehículos no tan verdes
Aunque no todos los nuevos vehículos que se han dado a conocer en París inciden en la necesidad de ser sostenibles. El nuevo Bentley Mulsanne Speed no tiene complejos por emitir CO2. Aunque sus características no son exactamente las que una familia media espera de su vehículo: dispone de 537 caballos. Tampoco su precio, ya que supera los 450.000 euros.
Los propios directivos de la firma dejan claro cuál es el target al que va dirigido el vehículo: “Altos directivos y miembros de las familias reales”. Un perfil que no es demasiado convencional.