Botella deja la alcaldía cerrando los asuntos pendientes de Villar-Mir
El último Pleno del Ayuntamiento de Madrid antes de las elecciones sirve para dar el visto a varias operaciones urbanísticas
El presidente de OHL, Juan Miguel Villar-Mir, no ha estado, lógicamente, presente en las últimas reuniones que, como alcaldesa de Madrid, ha presidido Ana Botella, pero sí lo han estado algunos de los asuntos urbanísticos que el empresario tenía pendientes de cerrar antes de las elecciones municipales, salvaguardando así lo que pudiera pasar caso de que el resultado de los comicios no fuera el deseado para sus intereses.
Y el octogenario ingeniero puede respirar tranquilo. En la ‘operación Canalejas’ le han llamado la atención, sin más, por el desaguisado que las obras están provocando en elementos patrimoniales protegidos. Y lo mejor, la adjudicación de la enésima concesión. En esta ocasión, la del solar donde se iba a levantar el fallido centro de convenciones junto a las Cuatro Torres, y que albergará un hospital privado y un centro comercial.
La ‘operación Canalejas’ centró el debate
En el último Pleno de la legislatura –salvo que se convoque uno con carácter extraordinario antes del 24 de mayo– la ‘operación Canalejas’, que desde hace meses lleva a cabo el grupo que encabeza Villar-Mir para reconvertir las históricas sedes bancarias en un complejo hotelero y comercial, centró buena parte del debate.
Y lo hizo por partida doble. Por un lado, porque el Ayuntamiento aprobaba definitivamente el plan de control de cambio de usos. Y, por otro, porque, a preguntas de un concejal de UPyD, Mariano Palacios, la edil responsable de Urbanismo, Paz González, no tuvo más remedio que reconocer que la constructora de Villar-Mir se había excedido con creces de los límites impuestos en la licencia, y que, poco más o menos, había vaciado el interior de los inmuebles sin la menor consideración sobre los elementos protegidos. Al final, todo quedó en una pequeña amonestación un tanto absurda, que restaure lo ya demolido.
La ‘quinta torre’
Y ayer miércoles, la Junta de Gobierno, presidida por Ana Botella, también fue informada que otra de las empresas de Villar-Mir, Promociones y Propiedades Inmobiliarias Espacio, había resultado adjudicataria de la concesión del solar situado en la parte posterior del complejo Cuatro Torres Business Area. Elevó la oferta muy por encima de lo que ofrecieron las socimis Hispania y Axia, y se quedó con el terreno donde está previsto levantar la que será la ‘quinta torre’.
Botella cierra así la brecha del agujero de 200 millones que el consistorio se dejó en el solar que, bajo el mandato municipal de Alberto Ruiz-Gallardón, iba a acoger el icónico centro internacional de convenciones, con aquel enorme edificio circular que entonces se planificó simulando el sol ocultándose por el horizonte.
Ahora, el proyecto será completamente diferente. En lugar del auditorio, un rascacielos de hasta 35 plantas –unos 160 metros de altura–, para acoger un hospital privado y una zona comercial, para el que se ha estimado una inversión de 500 millones de euros.
Deuda de casi 5.000 millones a finales de 2015
No hay muchas cosas de las que Ana Botella pueda alardear de sus tres años y medio al frente del Ayuntamiento de Madrid. Quizá una de las pocas, la reducción de la astronómica deuda heredada del anterior alcalde, el ex ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón.
En este sentido, según las últimas cuentas que acaban de presentar, si todo sale de acuerdo a lo previsto, aquellos casi 7.000 millones de deuda a finales de 2011 se reducirían a algo menos de 5.000 millones al cierre del presente ejercicio.
Para lograrlo, el último Pleno de la legislatura aprobaba un suplemento de crédito de 307 millones de euros, del remanente para gastos generales de 2014, que será destinado a preamortizar deuda. Cantidad que podría incrementarse a lo largo del presente ejercicio con nuevos remanentes.
Ratio deuda/ingresos corrientes
En esa línea de reducción de deuda, también se ha aprobado la reducción de los diferenciales aplicados sobre el Euribor en diversas operaciones bilaterales de préstamos.
Si, finalmente, logra alcanzar el 110% de ratio de deuda sobre ingresos corrientes liquidados, que establece la Ley de Haciendas Locales, el Ayuntamiento de Madrid cumpliría, tres años de lo previsto, el objetivo del plan de reducción de deuda aprobado en 2013.