Abad reclamó una vicepresidencia de la patronal catalana Foment
El empresario nacionalista cosechó una negativa de Gay de Montellà a su petición de ascender aún más en los órganos de gobierno
La patronal catalana ha abierto algo su punto de vista para dar cabida en su seno al representante del empresariado más nacionalista, el presidente de la Cecot de Terrassa, Antoni Abad. Era una asignatura pendiente de Foment del Treball que expulsó al dirigente de los órganos de gobierno nada más se produjo la elección de Juan Rosell como presidente de la organización. Ahora, Abad forma parte y ha intentado, de forma infructuosa, obtener una vicepresidencia.
Joaquim Gay de Montella, sucesor de Rosell y actual máximo representante de la organización empresarial, mantuvo el estado de cosas. En aquel momento, Abad pretendía tener un mayor peso específico en la dirección y su ambición fue mal vista por Rosell, Gay de Montellà y los nueve vicepresidentes de la organización.
El actual presidente de Foment del Treball ha decidido recuperar a Abad, pero con un perfil bajo. Además de pertenecer a la junta directiva, el líder de la patronal de Terrassa formará parte del comité ejecutivo de la organización, uno de los lugares en los que se traza la hoja de ruta de su funcionamiento interno.
Ambición reconocida
La ambición de Abad, sin embargo, es conocida en el ámbito empresarial. De ahí que no dudase en solicitar a Gay de Montella que lo convirtiera en vicepresidente de Foment, exigencia que ha sido rechazada de manera frontal por el líder de los empresarios catalanes.
De hecho, la vuelta de Abad al comité ejecutivo ha soliviantado a los pesos pesados de la organización. Varios vicepresidentes de Foment del Treball consultados por este medio son partidarios de anular su influencia y anuncian que aprovecharán la primera oportunidad que se les brinde para dejar claro al de Terrassa que la cúpula empresarial no es el ámbito más adecuado para ejercer la política.
Malestar por la filtración
Medios empresariales próximos a la dirección de Foment del Treball señalan que la filtración propiciada por Abad sobre su reincorporación al comité ejecutivo ha causado gran malestar en la institución empresarial. No tanto por la noticia en sí o por sus veleidades personales, que eran previsibles, según las mismas fuentes, como por los planteamientos reformistas que ha difundido sobre la organización.
Así, a Abad se le atribuye la idea de renovar la actual cartera de vicepresidentes, formada por nueve empresarios ilustres (uno de ellos accede de manera directa por presidir Fepime), y dejarla en dos. Esa supuesta renovación, de llevarse a cabo, hubiera concedido más posibilidades al presidente de Cecot al frente de la gran patronal. “Las vicepresidencias no se modificarán durante todo el mandato”, ha señalado Gay de Montella de manera categórica a preguntas de Economía Digital.